El presidente electo de EU, Barack Obama, sacó un espacio en su apretada agenda para almorzar con el alcalde de Washington, Adrian Fenty, en una popular hamburguesería de la ciudad, lo que causó sorpresa entre empleados y clientes. Obama estuvo bromeando con el personal del restaurante Ben’s Chili Bowl, situado en el corazón de Washington, que sirve hot dogs, hamburguesas y comida típica estadounidense desde 1958. (AP)
Afirma el presidente electo de EU que un programa de recortes de impuestos y de egresos como el que propone generaría 4.1 millones de empleos.
El presidente electo Barack Obama refutó a sus críticos al presentar ayer un análisis de su equipo económico, en el que afirma que un programa de recortes de impuestos y de egresos como el que propone generaría 4.1 millones de empleos, una cifra superior a los tres millones de puestos de trabajo que según él se necesitan para sacar al país de la recesión.
Sin embargo, los legisladores republicanos reaccionaron con escepticismo, justo en momentos en que Obama reconoció que se verá obligado a modificar el cumplimiento de sus promesas de campaña debido a la crisis económica que enfrenta el país.
Incluso sus asesores económicos reconocieron que sus cálculos de dos años podrían estar equivocados.
El análisis de 14 páginas, que fue publicado en Internet, señala que los cálculos podrían estar sujetos a “márgenes de error significativos”, debido a que se hicieron sobre modelos económicos que no son exactos y porque se desconoce si serán aprobados en el Congreso.
Los asesores de Obama admitieron en el informe de 14 páginas que sus cálculos están “sujetos a márgenes de error significativos”. Eso se debe a estimados que fueron incorporados en modelos económicos y a que se ignora cómo será finalmente el paquete de estímulo que apruebe el Congreso.
“Esas cifras son un recordatorio descarnado de que no podemos continuar simplemente en nuestra senda actual”, dijo Obama en su discurso radial semanal que también fue difundido por YouTube.
“Si no se hace nada, esta recesión podría persistir durante años y las cifras de desempleo estarían en los dobles dígitos”, señaló Obama, indicando que ése es el criterio de economistas “a través del espectro” político. Además, dijo el presidente electo, “Nuestro país podría perder la ventaja competitiva que ha servido como base de nuestra fortaleza y de nuestra posición en el mundo”.
Obama había ofrecido hasta ahora escasos detalles sobre el plan de gastos a un costo de 775 mil millones de dólares. Finalmente, decidió divulgar el informe de sus asesores un día después que la tasa de desocupación saltó al 7.2 por ciento, la mayor en 16 años.
El país perdió 524 mil empleos en diciembre. La pérdida total de trabajos durante 2008 asciende a 2.6 millones, la más grande desde la Segunda Guerra Mundial.
Este nuevo informe no incluye la estructura específica de sus recortes de impuestos, las cifras dedicadas a la ayuda de los estados o a las obras públicas -temas clave que los asistentes de Obama han guardado celosamente-.
El sábado, los asesores económicos y los consejeros del presidente electo se negaron a develar incluso algún tipo de cálculo de los componentes del proyecto.
Insistieron que están trabajando con instrucciones generales de Obama, pero no quieren obstruir las negociaciones con los líderes del Congreso al fijar límites al programa en público.
Los asesores económicos de Obama dijeron que si el Congreso no aprueba el gigantesco plan de estímulo, se perderán entre tres y cuatro millones de empleos antes de que concluya la recesión.
Tras crecer las críticas al plan económico de Obama formuladas por legisladores demócratas y republicanos, el presidente electo aceptó el viernes cambios modestos en los propuestos recortes impositivos.
Funcionarios demócratas en el Congreso dijeron que sus asesores fueron sometidos a presiones en reuniones a puertas cerradas. Varios legisladores exigieron alterar o eliminar la propuesta de créditos impositivos destinados a crear trabajos, e incluir planes de alivio para familias de clase media alta afectadas por un impuesto alternativo a las ganancias.
