El jugador de la selección sudafricana de rugby Victor Matfield realiza un chut durante una sesión de entrenamiento en Ravensmead, Ciudad del Cabo. EFE
La confirmación del regreso del rugby a unos Juegos Olímpicos a partir de Río 2016 generó hoy un entusiasmo sin precedentes entre los amantes de ese deporte en Brasil, que hace años pujan por abrirse espacios en el llamado "país del fútbol".
El Comité Olímpico Internacional (COI) oficializó hoy que el rugby, junto con el golf, volverá a ser un deporte olímpico en su modalidad de siete a partir de los Juegos de Río 2016, tras 92 años de ausencia en la máxima cita del deporte mundial.
"Será una oportunidad sin precedentes para divulgar el rugby en Brasil", pues el público local "sigue con fidelidad y entusiasmo a todos sus equipos" y "se volcará a este deporte como nunca antes", afirmó el presidente de la Asociación Brasileña de Rugby, Aluísio Dutra.
El francés Pierre Paparemborde, entrenador de la selección masculina de Brasil, dijo a Efe que sus planes para el equipo ya están orientados más al rugby a siete, que estará en Río 2016 tanto en masculino como en femenino.
"Queremos multiplicar la organización de torneos regionales para dar una mayor divulgación al rugby a siete", sobre todo en la parte técnica, indicó el entrenador, hijo del mítico pilar francés Robert Paparemborde, una leyenda del rugby galo de la década de los años 70.
Según la Asociación Brasileña de Rugby, en el país existen hoy 123 clubes dedicados al deporte del balón ovalado, que es practicado por unos 8.000 jugadores, entre masculino y femenino, de los cuales alrededor de 1.200 son menores de 19 años.
En el concierto regional, el incipiente rugby masculino brasileño está lejos del nivel de la poderosa Argentina, pero busca igualarse al menos a Uruguay y Chile en el marco suramericano.
En femenino, sin embargo, el rugby brasileño es el que más se ha desarrollado en la región.
Las brasileñas ganaron los cinco últimos suramericanos de rugby y se ubicaron en el décimo lugar en el primer Mundial femenino a siete, que se disputó en Dubai en marzo pasado.
Según Paparemborde, si las chicas continúan evolucionado al mismo ritmo de los últimos años, Brasil puede llegar a Río 2016 con el sueño de una medalla olímpica en rugby.
"Las mujeres serán, sin duda, la mejor posibilidad de medallas para el rugby brasileño", apuntó.
El presidente del Brasilia Rugby Club, Raphael Rizzo, dijo a Efe que la decisión del COI supone "una conquista del rugby mundial" que dará un fuerte empuje al deporte en el país, ante la esperanza que generará en los jugadores brasileños la posibilidad de actuar en casa y en unos Juegos Olímpicos.
"El gran desafío es comenzar a formar a los jugadores para el 2016 y para los juegos futuros", pero el aliciente de que el regreso olímpico será en Río de Janeiro "facilitará" todo el trabajo, indicó Rizzo.
Esa opinión fue compartida por el entrenador del equipo de la capital brasileña, el argentino Gustavo Mariasis, quien consideró que el rugby está "ante un momento sin igual en su historia", que finalmente "lo consagra en el gran ámbito del deporte mundial".
Mariasis destacó los valores de "solidaridad" que despierta el rugby como juego colectivo, y el espíritu de "socialización" que prima en el que los ingleses calificaron alguna vez como "un deporte de cerdos jugado por caballeros".
