Uno de los dos afganos que participaban en una comisión patrocinada por la ONU encargada de investigar el supuesto fraude en las elecciones presidenciales de agosto renunció el lunes, argumentando interferencia de parte de los extranjeros que colaboran en el panel.
Las autoridades reconocieron que los errores y la falta de comunicación han pesado en la revisión de los presuntos fraudes cometidos en las elecciones presidenciales.
Una vez que se aclaren los resultados electorales, el presidente estadounidense Barack Obama podrá terminar de revisar su estrategia en Afganistán para lidiar con una insurgencia creciente y decidir si acepta la recomendación de su más alto comandante en el país asiático, el general Stanley McChrystal, de enviar hasta 40,000 efectivos más.
El más alto funcionario de Naciones Unidas en Afganistán ha dicho que hubo un "fraude generalizado" que estropeó la votación del 20 de agosto, subrayando la magnitud con la que los resultados están minando la credibilidad del gobierno afgano.
No obstante, muchos consideran que la Comisión de Reclamos Electorales, apoyada por la ONU, es la posible salvadora de los comicios. Las autoridades occidentales y afganas han dicho que confían que el grupo descartará los votos fraudulentos y determinará un resultado justo.
Las decisiones del panel sobre cuántos votos serán desechados determinarán si el país va a una segunda vuelta electoral entre el presidente Hamid Karzai y el ex ministro de Relaciones Exteriores Abdulá Abdulá.
Los resultados preliminares muestran a Karzai a la cabeza con aproximadamente 54% de los sufragios, pero si se anulan suficientes votos, él podría quedar por debajo del 50% necesario para evitar una segunda ronda.
Al anunciar su renuncia de la comisión, Maulavi Mustafa Barakzai, dijo que los tres extranjeros en el grupo — un estadounidense, un canadiense y un holandés- estaban "tomando decisiones por su cuenta", sin consultar a otros.
Una vocera de la comisión de reclamos rechazó esta acusación.
"Barakzai era parte integral de la comisión y participó de forma equitativa en todas las juntas de los comisionados", dijo la vocera Nellika Little. Little agregó que la renuncia del comisionado no afectará el trabajo del grupo.
El vocero de la ONU, Aleem Siddique, lamentó la renuncia de Barakzai pero dijo que la organización confía aún en que el grupo logrará un resultado justo.
"Tenemos confianza absoluta en la comisión de reclamos pues el trabajo importante continúa", dijo Siddique, quien agregó que la ONU "respalda el trabajo que están haciendo en representación del pueblo afgano".
Mientras tanto, el director de la comisión, el canadiense Grant Kippen, dijo que ciertos errores de interpretación han desacelerado o complicado la investigación y el recuento parcial.
