Soslayada hasta hoy la exigencia de predicar con el ejemplo, el gobierno, a querer o no, deberá replantear su gasto corriente y de inversión en el escenario de un inevitable borrón y cuenta nueva en el presupuesto ingreso-egreso, al fragor de las circunstancias
La nueva realidad plantea no sólo un rígido programa de austeridad franciscana, sino el recorte de instancias oficiales no estratégicas y, naturalmente, la compactación de la estructura burocrática, para no hablar de bajar los salarios de la élite dorada. La premisa es simple: Planteado bajo un marco de crecimiento económico de 1.8 por ciento, el presupuesto público no resiste un soplido si se considera que en el más optimista de los escenarios el país terminaría el año con un saldo negativo de cinco por ciento.
Imposible, pues, por más que se incorporaran al renglón de ingresos los préstamos del Fondo Monetario Internacional y del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, empatar los ingresos con el gasto previsto.
De hecho, la Secretaría de Hacienda debió hacer malabares en los primeros cuatro meses del año para cubrir el gasto corriente, es decir salarios, prestaciones, rentas, papelería, comunicaciones
De hecho, se habla de haberle dado más de un pellizquito al fondo que integra el remanente petrolero del pasado.
Ahora que las entidades federativas han recibido hasta hoy 23 por ciento menos de participaciones en relación con el año pasado, lo que en algunos casos las coloca al borde de la desesperación
Se diría que poco a poco el país se acerca al escenario trágico de 1995, el primer año del sexenio zedillista, cuando las participaciones se cayeron 29 por ciento y la economía lo hizo 6.4 por ciento.
El catarrito económico augurado por el titular de Hacienda, Agustín Carstens, se convirtió en algo peor que una influenza A/H1N1.
Lo dramático del caso es que el problema va más allá de recortar gasto, en un escenario en que el de inversión es fundamental para evitar la catástrofe. Se trata, en paralelo, de plantear estímulos fiscales para las empresas en dificultades, incluida la posibilidad de devoluciones automáticas.
En un horizonte pues de menos ingresos, el gobierno se verá obligado a reducirlos más en calidad de pial.
Más aún, agravada la emergencia que vivía el país por la epidemia, la exigencia habla de construir un fondo especial con dos objetivos específicos: fortalecer la infraestructura hospitalaria en todas las entidades federativas para aumentar la capacidad de respuesta a las emergencias, y diseñar programas especiales para compensar a los sectores más afectados por la enfermedad.
El auxilio, en primera instancia, apunta hacia el sector más vulnerable en este momento, es decir el turismo, considerado la cuarta fuente de ingresos del país.
En escenarios similares, por ejemplo la epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo Severo, conocido internacionalmente como SARS, los países asiáticos sufrieron severas caídas en el flujo de visitantes, que en el caso de Taiwán llegaron al 71 por ciento; en Singapur al 62; en Hong Kong al 58; en Malasia al 51; en Tailandia al 40 y en Japón al 25.
Sin embargo, instrumentados paquetes de apoyo extraordinario para que las empresas hicieran frente a las necesidades de liquidez requeridas, en tan solo un año todos los países lograron una recuperación
Mientras Taiwán alcanzó un crecimiento de 240 por ciento en su flujo, Singapur llegó al 187; Hong Kong al 168; Malasia al 125; Tailandia al 71, y Japón al 56.
En el camino, naturalmente, se diseñó una gran campaña de promoción internacional
Bajo la misma ruta, se reclamaría un esquema para la reactivación del crédito para las pequeñas y medianas empresas con condiciones justas, es decir sin abusos por parte de la banca comercial o de desarrollo.
Del tamaño del problema que enfrenta el gobierno panista para replantear su gasto vía una solicitud a la Comisión Permanente del Congreso para un periodo extraordinario de sesiones, habla el estrangulamiento de las cuentas del gobierno capitalino, por más que desde el principio del año implantó durísimas medidas de austeridad, como la reducción de salarios de los servidores públicos.
La gran pregunta es a qué se atrevería el gobierno federal en la antesala del proceso electoral para renovar a la Cámara de Diputados.
¿Poda colosal de servidores públicos? ¿Más préstamos del exterior? ¿Recorte total de gastos suntuarios? ¿Venta de más activos?
El callejón está cerrado.
Finalmente, pese al espeso silencio sobre las denuncias planteadas en este espacio en la primera semana de mayo, el Instituto Mexicano del Seguro Social paró la licitación de la discordia, cuyo desenlace condenaba la muerte a cuatro mil 400 pacientes afectados de insuficiencia renal crónica.
Habrá, pues, una nueva licitación sobre bases justas, que le permitan participar a las empresas que ofrecen hoy el servicio.
Mientras tanto éstas, es decir Fresenius Medical Care y Care, extenderán su contrato para poder brindar el servicio mientras se ventila la adjudicación de uno nuevo.
Como usted sabe, el concurso para subrogar el servicio de hemodiálisis le había levantado la mano a la empresa Corphomed y en una segunda instancia a una filial del Grupo Ángeles de Olegario Vázquez Raña, quienes participaron con la simple presentación de una carta-compromiso para construir la infraestructura
En el camino de los dimes y diretes sobre el absurdo, hete aquí que se desfasaron los tiempos, resultando que las ganadoras estarían listas hasta el último día de agosto, con la novedad de que los contratos para las actuales proveedoras se vencían el 15 de mayo y, bajo la aberración en que se había planteado el concurso, se negaban a alargarlo.
Victoria, pues, de la justicia
FIRMAS EN LA RATONERA
En las vueltas que da la vida, hete aquí que centenares de empresas se quedaron atrapadas con la compra de coberturas a Petróleos Mexicanos para garantizar un precio del gas natural, en un escenario en que éste se ha derrumbado.
El disparo es formidable: Hete aquí que la previsión, cuando el millón de BTU's del combustible arañaba los 12 dólares, planteó un precio fijo de 8.60
SI, PERO NO
De acuerdo a las reglas dictadas por la Secretaría de Hacienda, para que las empresas tengan derecho a la condonación del 20 por ciento de las cuotas patronales de mayo y junio, éstas deberán estar al corriente de sus pagos
Más allá, deberán acreditar que todos sus trabajadores estén inscritos en el organismo.
La posibilidad tiene un tope de 35 mil pesos por el bimestre, es decir no procede para las empresas gigantes.
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