Vigilancia. Soldados vigilan durante el comienzo del toque de queda en Bagua Grande, Perú.
Mueren 23 policías, 9 indígenas y 4 pobladores, afirman.
BAGUA GRANDE, PERÚ.- El Gobierno peruano logró reponer el orden en Bagua, donde una ola de protestas dejó decenas de muertos, pero la tensión persistía en lugares más remotos, donde grupos de indígenas trataban todavía de bloquear carreteras.
El reporte de relativa tranquilidad tras 2 días de violencia derivada de una movilización indígena contra una política de inversiones del presidente Alan García fue divulgado, mientras políticos opositores y medios locales pedían la renuncia del Gabinete ministerial.
La violencia ocurrió luego de que el Gobierno ordenara restablecer el orden en la zona donde grupos indígenas mantienen una protesta en defensa de sus tierras.
El gobernante dijo que estaba frente a una "conspiración" que podría tener vínculos internacionales.
Un jefe policial de alto rango dijo que el saldo oficial de la violencia desatada el viernes y sábado en una carretera y en una estación petrolera, era de 23 policías, 9 indígenas y 4 pobladores muertos, además de unos 150 heridos y 72 detenidos.
Pero diversas fuentes no oficiales, a la par de dirigentes indígenas, insistían en que había más de 30 nativos muertos y sugirieron que varios de ellos habrían sido arrojados a ríos de la zona.
En Bagua Chica, cerca de Bagua Grande, el jefe policial José Luis Santillán, dijo que, luego de una noche de toque de queda y un patrullaje militar y policial, el orden se había sido restablecido.
"Los cuerpos de los policías tienen cortes visibles en el cuello, la cabeza y otras partes, hay principalmente heridas con arma punzocortante", afirmó.
EL BLOQUEO PERSISTE En contraste con el relativo orden en Bagua Grande, centenares de nativos mantenían bloqueos de carreteras en la región de Yurimaguas.