La titular de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo, Sara Latife Ruíz, aseguró este lunes que con la difusión del deslave o "reacomodo en el fondo marino", de la nueva arena que se ha venido depositando artificialmente en las playas de este centro vacacional, "pareciera realmente que quieren ver a Cancún derribado".
Luego de "hacer un corte de caja" sobre el impacto que en las obras de Restauración de Playas tuvieron los intensos vientos, la alta marea y los fuertes oleajes que trajo consigo el huracán "Ida", la funcionaria aseguró que el saldo es positivo.
Durante un recorrido realizado este lunes, por uno de los tramos en donde es menos perceptible el "escalón" o "escarpe" que se formó en días pasados, con el deslizamiento de arena hacia el fondo de la playa, Ruíz Chávez anunció que el buen desarrollo de estos trabajos será una de las cartas fuertes que presente el gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, ante mayoristas, tour-operadores y participantes de la World Travel Market de Londres, la feria de viajes de mayor importancia en el ámbito turístico.
"Hay que salir a informar con datos reales y no permitir que a través de fotos mal interpretadas se especule con la pérdida de arenales. El proyecto camina bien y los cortes de caja son positivos.
"Pareciera realmente que quieren ver a Cancún derribado y ni los huracanes más fuertes, ni Gilberto, ni Wilma, lo han doblegado", respondió al respecto de la difusión del deslave que ha sufrido parte de la arena colocada a los largo de 500 metros lineales de playa.
Juan Carlos Espinal González, jefe de ingeniería por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que realiza la supervisión del millonario vertido, reconoció la presencia del escalón o pequeño acantilado formado, al que llamó "escarpe".
Presente durante el recorrido por la zona de trabajo, aceptó que la mitad del ancho de playa restaurado recientemente se ha "deslizado", "mas no deslavado", mar adentro; y dijo que ese fenómeno es el mismo que se vio en 2006, luego de concluido el primer proyecto de recuperación de arenales, luego del golpe del huracán Wilma (octubre 2005).
Sin embargo, negó que lo sucedido se trate de "erosión", ya que la arena sigue formando parte de la "playa baja"; reiteró que el deslizamiento del material vertido -unos 217 mil metros cúbicos- estaba previsto, pues se depositarán poco más de cinco millones de metros cúbicos de arena, a lo largo de 12 kilómetros, para tener -inicialmente- anchos de playa de 80 metros, para que con la erosión natural, motivada por el oleaje, quede una playa seca de 30 a 40 metros.
"Lo que hizo el huracán fue sólo acelerar este proceso. Deslavar implica un proceso erosivo no controlado, y cuando tienes un reacomodo tú sabes que el material que tienes arriba, se va a depositar, en dónde y en qué parte. La arena se recorrió a la parte baja de forma natural", subrayó.
De este modo, detalló que un 30 por ciento de los 217 mil metros cúbicos colocados, fue el que se "recorrió" y advirtió que aún falta más por reacomodarse, es decir, por "deslizarse" hacia el fondo de las playas, lo que permitirá su estabilidad.
