Un reportero de la cadena nacional Televisa Monterrey realiza su trabajo usando un chaleco antibalas, como medida después del atentado con una granada contra sus instalaciones en esa ciudad, registrado el pasado martes, supuestamente obra del narcotráfico, según informó un ejecutivo de la empresa. (EFE)
Los reporteros de la cadena Televisa en la ciudad de Monterrey, en el norte de México, usarán chalecos antibalas después del atentado con una granada registrado el martes contra sus instalaciones, supuestamente obra del narcotráfico, informó hoy un ejecutivo de la empresa.
"Vamos a comprar chalecos antibalas para todos nuestros reporteros", dijo a Efe Francisco Cobos, director de Noticias de Televisa Monterrey.
Cobos precisó que la cadena cuenta actualmente con ocho chalecos preparados para resistir disparos de arma de fuego del calibre nueve milímetros, pero que sólo los usan los periodistas que cubren noticias relacionadas con el narcotráfico.
"Los compramos por su propia seguridad, pero ahora vamos a comprar para todos", reiteró Cobos.
Hace dos días varios hombres encapuchados arrojaron una granada de fragmentación y dispararon un arma de grueso calibre contra las instalaciones de esa filial de Televisa, la cadena más grande del país.
La policía encontró en el lugar un mensaje aparentemente dirigido a la cadena: "ya dejen de transmitir nada más a nosotros. También transmitan a los 'narcomandatarios'. Esto es un aviso".
A raíz del atentado, que dejó algunos daños materiales, pero no heridos, las sedes de Televisa y de las cadenas TV Azteca y Multimedios en Monterrey, que pertenece al estado de Nuevo León, fronterizo con Estados Unidos, son custodiadas por policías federales y estatales.
Además, efectivos del Ejército realizan ocasionalmente rondas de vigilancia en torno a las instalaciones de las tres empresas.
El incidente ha motivado una reacción de denuncia generalizada de la sociedad mexicana, mientras la cadena ha pedido a las autoridades que detengan y castiguen a los responsables.
A finales del año pasado, el Consulado de Estados Unidos en Monterrey también fue objeto de disparos y del lanzamiento de una granada de mano que no estalló.
Al igual que en el caso de Televisa, no hubo que lamentar daños personales y las acciones fueron interpretadas como una amenaza del crimen organizado.
Monterrey y otros puntos de Nuevo León son escenario de disputas entre cárteles de drogas por el control del envío de estupefacientes a EU.
La violencia que genera este fenómeno dejó allí 130 muertos el año pasado, entre ellos 25 policías, mientras que en todo el país la cifra ascendió a más de 5.000.
La Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra Periodistas (FEADP) informó en diciembre pasado que en México el crimen organizado está detrás del 16 por ciento de las agresiones contra periodistas.
En su informe anual 2008 Reporteros Sin Fronteras (RSF) consideró una "hecatombe" la situación de la prensa en México, donde cuatro periodistas perdieron la vida a consecuencia de su trabajo y cinco fueron secuestrados el año pasado.