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NUEVA YORK, EU.- La Reserva Federal (Fed) de EU inició ayer una reunión de dos días que se espera ofrezca nuevas pistas sobre la salud económica del país y en la que no se anticipan cambios en unos tipos de interés próximos a cero.
La cita del banco central llega tras varios datos económicos positivos, como la cifra de desempleo de julio, que sorprendió favorablemente, o la productividad del segundo trimestre, que superó las expectativas de los analistas.
El mercado espera ahora el veredicto del banco central sobre la nueva jornada de datos.
“La única pregunta en esta reunión es lo optimista que será la Fed sobre la economía”, dijo David Wyss, economista jefe de la firma de calificación de riesgo Standard & Poor’s, para quien esta es una cita en la que lo importante es “el grado de entusiasmo” . Wyss no espera, de todos modos, que la Fed eche las campanas al vuelo: “Serán más positivos que en reuniones recientes, pero no en exceso, primero porque la situación no lo justifica y segundo porque a los bancos centrales no les gusta ser demasiado optimistas”.
Similar opinión comparte Joel Naroff, quien explicó que el asunto “clave” de este encuentro es cualquier cambio en el lenguaje del comunicado que la Reserva Federal emite al final de sus reuniones y que se dará a conocer hoy a las 18.15 GMT. Naroff, al igual que la mayoría de analistas, considera que también será importante la decisión que tome la Fed sobre el plan de compra de bonos del Tesoro por 300 mil millones de dólares que expira en septiembre.
El banco central estadounidense sorprendió a los analistas en marzo cuando anunció el polémico plan para ayudar a la hundida economía del país a salir del pozo.
Desde entonces, la Reserva Federal (Fed) ha adquirido 237 mil millones de dólares en bonos del Tesoro, como parte de un plan de adquisición de activos por valor de más de un billón de dólares con el fin de abaratar los costes crediticios.