El presidente mexicano, Felipe Calderón, aseguró hoy que su Gobierno respeta la decisión de la Corte Suprema de su país de suspender las sentencias contra 20 condenados por la matanza de Acteal en 1997 tras encontrar irregularidades en el proceso.
El mandatario mexicano, de visita oficial en Bogotá, señaló en una conferencia de prensa junto con su colega colombiano, Álvaro Uribe, que las autoridades de su país estarán atentas para que "nunca más haya otro Acteal".
"Mi deber como presidente es ser escrupulosamente respetuoso de las decisiones del Poder Judicial. En todo caso y en ámbito de nuestra competencia, el estar atentos y prestos para desarrollar al máximo políticas sociales que corrijan las desigualdades que subsisten" en el estado sureño de Chiapas, donde está Acteal, dijo.
Calderón anotó que los pueblos que habitan esa zona de México aún sufren tensiones entre las comunidades y grupos de diversa naturaleza y origen, por lo que ofreció colaboración a las autoridades chiapanecas para "propiciar el respeto y cuidado de la integridad" de esas familias.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decidió ayer anular las sentencias contra 20 de los más de 70 condenados por la matanza de Acteal tras encontrar irregularidades en el proceso, como la falta de la traducción al español para los inculpados.
Esta madrugada, 20 personas fueron liberadas de una cárcel en la que cumplían condena por esa masacre, ocurrida en 1997 y en la que tanto los condenados como las 45 víctimas eran indígenas.
Calderón recordó que "hubo una verdadera masacre de un pueblo indígena, laborioso y honesto, el pueblo de Acteal en el estado de Chiapas, y las autoridades competentes en aquel entonces investigaron el caso y lo presentaron ante los juzgados conforme a las pruebas que se recopilaron".
"La Suprema Corte de Justicia ha dado un fallo el día de ayer, que independientemente de que no conozco aún los detalles de las consideraciones, ha impactado a la opinión pública", añadió al señalar que su Gobierno estará atento a "coadyuvar a la paz y el desarrollo de esos pueblos indígenas".
Los 20 liberados llevaban cerca de once años en la prisión federal de El Amate, ubicada en la ciudad de Cintalapa, a unos 250 kilómetros de Acteal, en el sur de México, informaron a la prensa sus abogados.
El 22 de diciembre de 1997, un grupo de indígenas, miembros de la agrupación católica de "Las Abejas", que oraba en la comunidad de Acteal fue atacado por presuntos paramilitares, también indígenas.
Los atacantes acabaron con la vida de 45 personas (21 mujeres, cuatro de ellas embarazadas, 15 niños y nueve ancianos), en el contexto del conflicto zapatista, que había estallado casi cuatro años antes.