Los primeros años de operación de la cárcel de Bahía de Guantánamo fueron una operación caótica y a veces violenta que sus propios comandantes describieron como disfuncional.
WASHINGTON, EU.- Los primeros años de operación de la cárcel en la base estadounidense de Bahía de Guantánamo, en Cuba, fueron una operación caótica y a veces violenta que sus propios comandantes describieron como disfuncional, revelan documentos y memorandos recién divulgados por el Pentágono.
Uno de los documentos difundidos, que data de 2005, fue escrito por el ahora jubilado mayor Michael Dunleavy, quien dirigió los interrogatorios en Guantánamo en 2002.
Dunleavy describió el caos que encontró cuando llegó: falta de seguridad y control sobre los detenidos, que protagonizaban disturbios y usaban cucharas, imanes y varas de soldadura como armas. Dijo que los militares a cargo de los interrogatorios casi no tenían experiencia y que los lingüistas militares "no valían nada".
El presidente Barack Obama ha pedido que el centro de detención sea cerrado el año próximo. El reclusorio retiene a más de 200 sospechosos de terrorismo, cuyos casos están siendo sometidos a revisión para su potencial puesta en libertad, enjuiciamiento o la continuación de su encierro.
Los documentos y memorandos fueron entregados a la Unión de Libertades Civiles Estadounidense (ACLU) como parte de una solicitud acogiéndose a la Ley de Libertad de Información. La ACLU ha exigido conocer todos los materiales relacionados al programa de interrogatorios del gobierno estadounidense después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
"Estos documentos proporcionan mayor evidencia del abuso extendido y sistémico a los prisioneros en Bahía de Guantanamo y otros sitios en el extranjero", afirmó Amrit Singh, un abogado del ACLU. "Subrayan aún más la necesidad de que una comisión selecta del Congreso analice las raíces del programa de torturas y que un fiscal independiente investigue los asuntos de responsabilidad penal", agregó.
