Jackson no estaba apto 'ni mentalmente ni físicamente' para las 50 presentaciones que tenía programadas en la O2 Arena inglesa. (AP)
El cantante Michael Jackson mostraba signos de crisis nerviosa poco antes de su muerte -ocurrida el pasado 25 de junio-, a causa de la serie de conciertos que ofrecería en Londres, Inglaterra.
De acuerdo con un reporte psiquiátrico sobre el “Rey del Pop”, la conducta del cantante fue volviéndose errática y su humor fluctuaba entre una excitación "casi maniática" por las presentaciones en la capital británica a quedarse mirando fijamente al espacio.
De acuerdo con la página de internet telegraph.co.uk, una fuente cercana a la investigación sobre la muerte del cantante señaló que Jackson no estaba apto "ni mentalmente ni físicamente" para las 50 presentaciones que tenía programadas en la O2 Arena inglesa.
"Michael siempre se mantuvo firme en que el show debería de continuar, al punto que estaba obsesionado con la idea que sería ‘asesinado' si no iba al escenario", declaró la fuente citada, según el portal web.
Según el citado reporte psiquiátrico, el cantante estaba sucumbiendo ante la presión de los shows, lo que quedó asentado en el documento en al menos en dos ocasiones.
En la primera de ellas, Jackson habló abiertamente acerca de su difícil infancia, su adicción a los analgésicos y la creencia de que el cáncer de piel que padecía era un "castigo de Dios".
La segunda ocasión, ocurrida el 12 de junio, el psiquiatra reportó que estaba "profundamente preocupado" por la salud de Jackson, algo que discutió con otros médicos, incluido el cirujano plástico Arnold Klein, quien dice ser el padre biológico de los dos hijos mayores del cantante.