Reos fieles. Aspecto de la representación del Vía Crucis por parte de los reclusos en el patio del reclusorio Oriente varonil. EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.- La representación de la Pasión y Muerte de Cristo en el interior del Reclusorio Oriente toma un significado diferente: el del arrepentimiento de los pecados que llevan a los hombres a estar detrás de las rejas.
Desde hace 12 años el Viernes Santo no pasa inadvertido en esta cárcel capitalina, por el contrario, es un momento de reflexión para los más de 12 mil 500 internos que sobreviven en celdas. Secuestro, homicidio, violación, distribución de droga, portación de arma de fuego y robo agravado, son algunos de los pecados cometidos por los actores principales.
Owaldo Rodríguez Hernández, de 24 años y acusado de secuestro, representó el papel de Jesús, acompañado de un grupo de más de 50 actores que revivieron el calvario.
"Dios me dio la oportunidad de volver a representar a Cristo, porque no hay muchos que participen para hacerlo por falta de preparación".
El objetivo de esta representación es evangelizar a la población penitenciaria y ayudarles a cambiar su conducta, agregó.
Acusado del delito de homicidio, y con una sentencia de 35 años, Víctor Hugo Ortega Fregoso, volvió a hacerla de traidor Judas. "Esta experiencia me permite arrepentirme de mis errores, y espero que a otros compañeros les sirva también el recordar el suplicio de la muerte de Jesús, y permitan que él los salve".