Acciones. Los policías federales y de la Procuraduría ingresaron al Centro de Readaptación Social de Durango para tomar el control, se subieron a las azoteas y apoyaron a los paramédicos para llevar a los lesionados a las ambulancias.
Durango
Eran las 19:00 horas cuando los elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) estaban a punto de salir del hotel México para trasladar a cuatro presuntos multihomicidas que tenían arraigados, los indiciados serían llevados al Centro de Readaptación Social (Cereso) de la capital, cuando de pronto se activó el Código Rojo tras suscitarse una riña al interior del penal con saldo de dos presos muertos y tres lesionados.
El bulevar Francisco Villa se llenó de patrullas que a toda velocidad se dirigían al Cereso ya que en el reporte se hablaba de disparos al interior del penal.
Los agentes de la AEI y de las fuerzas especiales de la Policía Federal fueron los que se introdujeron al centro penitenciario mientras las demás corporaciones hicieron trabajo de resguardo y de vigilancia en el exterior del Centro.
Sobre las azoteas de los diferentes departamentos del penal se colocaron estratégicamente los policías mientras que en los pasillos los demás agentes acompañados de los custodios del Cereso realizaban el recuento de los daños.
Sin vida encontraron a César Ceballos Villarreal y Genaro Gallegos Espinoza, mientras que los lesionados fueron José Antonio Hernández Ibargüen, Abelardo Beltrán Monárrez y Adrián Zavala Ramírez.
Las lesiones que se les apreciaron tanto a los occisos como a los heridos fueron ocasionadas por armas blancas y por objetos contundentes, con excepción de José Antonio a quien se le apreciaron heridas de bala ocasionadas por uno de los custodios por no atender la instrucción de tirarse al suelo sino que al contrario estaba escalando una pared con rumbo al área de Gobierno del penal.
El reporte de los custodios fue que se suscitaron varias riñas al mismo tiempo en diferentes áreas del penal producto de la lucha por el poder entre grupos de reos federales, y es que en el exterior también se dieron algunos sucesos que al parecer inquietaron a los internos.
LOS FAMILIARES PEDÍAN INFORMACIÓN
Casi a las 20:00 horas arribaron los agentes del Ministerio Público y personal de Servicios Periciales y del Servicio Médico Forense (Semefo), cuando los agentes federales y locales habían controlado la situación.
Mientras se levantaban evidencias, los policías revisaron en todas las celdas, según el informe de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, sin embargo no dieron a conocer si aseguraron armas o droga.
Por otra parte, en el exterior del penal se presentó gran cantidad de personas que dijeron ser familiares de algunos internos y querían saber si sus parientes se encontraban bien, pero no había quien les diera información.
Fue hasta minutos después de las 21:00 horas cuando un jefe de departamento salió y dio a conocer los nombres de los occisos y así se tranquilizaron algunas familias que no se retiraron del lugar aún cuando se desató tremendo aguacero.
ANTECEDENTES
Genaro Gallegos Espinoza, uno de los occisos, estaba preso desde julio del año pasado y fue detenido por la Procuraduría y el Ejército en las inmediaciones del poblado La Mesa de Los Negros en el municipio de San Dimas, él estaba involucrado con una banda de asaltantes que atracó a una familia en la carretera a Mazatlán donde resultó muerto un menor de edad.
José Antonio Hernández Ibargüen, uno de los lesionados, fue detenido al ser sorprendido por los agentes de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) en flagrancia cuando introdujo a una jovencita de 16 años, quien padece de sus facultades mentales, a un terreno baldío con intención de abusar sexualmente de ella.
SUSPENDEN TRASLADO
Por la violencia se suspendió el traslado de los arraigados que presuntamente habían ejecutado a una decena de personas durante mayo y junio y eran parte de un importante grupo delictivo del crimen organizado.