ARREPENTIDA. Evangelina platicó que ella tenía llaves de la casa.
Con las deudas hasta el cuello porque su hija había sido atropellada, Evangelina Hurtado decidió meterse a una casa que le había encargado una vecina de la colonia Leticia Herrera, de Gómez, para sacar un refrigerador y una parrilla.
Evangelina comentó que el robo ocurrió hace seis meses y que el refrigerador lo empeñó para pagar las medicinas de su hija. La parrilla la conservó y tiempo después la prestó a una amiga que la necesitaba.