Reduce actividades. El miércoles pasado Felipe Calderón recibió al aire libre a tres ex secretarios de Salud.
Dentro de Los Pinos, el presidente Felipe Calderón se ha puesto a buen recaudo en la emergencia sanitaria de la influenza.
La casa presidencial es como una plazoleta aislada: pocos son los que pueden deambular por los jardines y menos aún los que pueden entrar en el complejo de oficinas en el que despacha el presidente.
El uso del tapabocas y de gel con alcohol es obligatorio para civiles y militares. El Estado Mayor Presidencial (EMP) es el encargado de suministrarlos.
La esposa del presidente, Margarita Zavala, y sus tres hijos han permanecido en Los Pinos en estos días críticos, bajo permanente resguardo médico.
En medio de la emergencia sanitaria, el Estado Mayor instrumentó un protocolo de seguridad para evitar que el virus acampe en la casa presidencial. En torno de Calderón se han extremado precauciones para evitar el contagio.
Los únicos que pueden pisar el despacho presidencial son los colaboradores que conforman el staff de Calderón y un puñado de militares encabezado por el jefe del EMP, general Jesús Castillo Cabrera.
El portavoz, Maximiliano Cortázar; la estratega en imagen, Alejandra Sota; el secretario particular, Luis Felipe Bravo Mena; la secretaria privada adjunta, Aitza Aguilar; la jefa de la Oficina de la Presidencia, Patricia Flores Elizondo son parte del reducido grupo que puede tener contacto con el presidente.
Cuando es necesario desahogar una reunión con tres o más participantes, el EMP y Calderón salen a la terraza del despacho presidencial para evitar la concentración de partículas en un ambiente cerrado.
Apenas el miércoles, Calderón recibió al aire libre a tres ex secretarios de Salud: Jesús Kumate, Guillermo Soberón y Juan Ramón de la Fuente.
En tanto, los miembros del Gabinete han recibido al menos dos indicaciones: abstenerse de visitar hospitales y abandonar el Distrito Federal.
Calderón confió al secretario de Desarrollo Social, Ernesto Cordero, supervisar in situ el proceso de análisis de las muestras de influenza en el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica.
Justamente allí fue la primera vez que se le ha visto usar un tapabocas al presidente, el jueves pasado, después de efectuar un recorrido por las instalaciones y para tomarse una foto con el personal médico, protegido con una bata blanca.
La primera de las tres veces que Calderón ha decidido salir de Los Pinos ocurrió el domingo, cuando se trasladó a la Secretaría de Salud para encabezar una sesión extraordinaria del Consejo de Salubridad.
El presidente ha desahogado al menos tres reuniones con el Gabinete desde el jueves 23, cuando el secretario de Salud, José Ángel Córdova, anunció la emergencia epidemiológica y la suspensión de clases en la capital del país y el Estado de México.