Recuerdos. Una mujer con su hija sostienen una vela recordando que hace un año se firmó la paz entre Rusia y Geogia. AP
TIFLIS, GEORGIA.- El plan de arreglo de seis puntos fue anunciado el 12 de agosto por el jefe del Estado ruso, Dmitri Medvedev, y su homólogo francés y entonces presidente de turno de la Unión Europea, Nicolas Sarkozy.
En declaraciones, el presidente del Parlamento georgiano, David Bakradze, denunció que "Rusia debía reducir sus tropas a las cifras de antes del conflicto, pero en la práctica la situación es totalmente diferente".
"Rusia, por el contrario, incrementa sus contingentes, construye bases militares permanentes en (las regiones separatistas georgianas de) Abjasia y Osetia del Sur", señaló.
Además, agregó, "Rusia bloquea el acceso de los observadores de la Unión Europea a los territorios ocupados".
"Rusia nada a contracorriente. El reconocimiento (de las independencias) de Abjasia y Osetia del Sur condujo a Rusia a un callejón sin salida, comparable a la incursión de la URSS en Checoslovaquia o Afganistán", subrayó.
Según Bakradze, "ningún Estado democrático apoya acciones de ese tipo".
SEñaló que "la esencia del problema es que históricamente Rusia no quiere reconocer a Georgia como un Estado soberano, la considera como esfera de su influencia", al tiempo que declaró: "Podemos tener buenas relaciones económicas, cooperar en el ámbito de la seguridad".
"Pero mientras Rusia ocupe el 20% de nuestro territorio, cuando centenares de miles de nuestros compatriotas se han convertido en refugiados por la presencia militar rusa, en estas condiciones, la normalización es inconcebible", agregó.
Al mismo tiempo expresó su esperanza de que, a pesar de la guerra, Georgia se convierta en miembro de la OTAN.