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Saldos de Gaza

EL COMENTARIO DE HOY

Francisco Amparán

La Operación Plomo Fundido, mediante la cual el Ejército israelí intentó destruir la capacidad operativa del grupo islamista palestino Hamas en la Franja de Gaza, duró tres semanas. En el transcurso de la operación murieron mil trescientos palestinos, muchos de ellos civiles, y algunos trabajadores humanitarios de la ONU. Los israelíes tuvieron menos de veinte bajas, lo que nos habla de la asimetría del poder de fuego de los contrincantes. Buena parte de la Franja de Gaza quedó en ruinas. Entre los blancos de la ira israelí estuvieron no sólo oficinas, almacenes y túneles de Hamas, los que usaban para contrabandear pertrechos y armas; sino también escuelas, hospitales, viviendas y otros blancos no militares. Los famosos daños colaterales.

Israel alegó que estaba ejerciendo su derecho a defenderse. Después de todo, Hamas disparaba un día sí y el otro también pequeños misiles sobre el Sur de Israel, apuntando propositivamente a blancos civiles; además de las incursiones que grupos de comandos palestinos efectuaban sobre blancos relativamente desguarnecidos. Todo ello, desde una franja de tierra pequeñísima y densamente poblada con refugiados, que Hamas controla plenamente desde hace un año, cuando echó a patadas a sus rivales de Al-Fatah y otros grupos palestinos menos radicales.

Las imágenes de niños ensangrentados, escuelas en ruinas y convoyes humanitarios siendo cañoneados indignaron a mucha gente alrededor del mundo. Lo cual no detuvo ni aminoró la campaña israelí ni mucho menos. Ya hace buen rato que a Israel se le resbala bien y bonito la opinión pública mundial, cuando persigue lo que considera sus metas relacionadas con la seguridad nacional.

¿Quién ganó en Gaza? El Estado Judío afirma que se alcanzó la mayoría de los objetivos. Que docenas de túneles fueron destruidos, y buena parte de la infraestructura material y humana de Hamas quedó dañada. Cientos de milicianos palestinos resultaron muertos cuando la Infantería israelí estranguló a las principales ciudades de la Franja. Y le dieron (eso creen ellos) una lección a Hamas: vuelve a mandarnos tus cohetitos, y verás cómo te va.

Por supuesto, una organización como Hamas no queda en la lona por una sola operación militar de menos de un mes. Ciertamente su capacidad de agredir a su enemigo jurado ha quedado muy disminuida. Y aunque no muchos lo dicen, sobra en Gaza quien culpe a Hamas de la destrucción, por haber provocado a un rival que, todos lo saben, no se anda con chiquitas a la hora de las represalias.

Pero ¿dónde queda la autoridad moral de Israel? ¿Dónde queda el idealismo con que nació el Estado Judío, el único democrático en esa parte del mundo? ¿Cómo puede un país con instituciones básicamente occidentales bombardear civiles (así sea por error) sin que nadie pague las consecuencias? ¿Y cómo pueden los israelíes ganar simpatías en el mundo, si desde hace décadas no son ellos las víctimas, sino los palestinos?

Sí, quizá Israel ganó la batalla militar. Pero la propagandística, ésa la han venido perdiendo desde hace muy, muy buen rato.

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