El Gobierno de Bolivia saludó hoy el cambio "histórico" que supuso el juramento de Barack Obama como nuevo presidente de Estados Unidos, aunque se mostró a la espera de los acontecimientos para la mejora en las relaciones entre ambos países.
El ministro de Relaciones Exteriores y Cultos de Bolivia, David Choquehuanca, manifestó que con el nuevo presidente norteamericano se "reaviva el fuego" de la igualdad, libertad y justicia, y supone una "auténtica esperanza" para todo el mundo.
"No solo representa esperanza para el pueblo norteamericano, sino para todos los países del mundo", aseguró Choquehuanca.
Barack Obama prestó juramento hoy como el 44 presidente de los Estados Unidos, en una jornada histórica que será la primera, dijo, de una "nueva era de responsabilidad", y en la que se convirtió en el primer presidente negro de un país que abolió la esclavitud hace 150 años.
El canciller boliviano deseó que el cambio que supone el mandato de Obama represente también un nuevo principio en la relación de Estados Unidos con toda América Latina y con Bolivia, si bien instó a esperar a los acontecimientos para valorar al nuevo Gobierno norteamericano.
Choquehuanca insistió en la voluntad de relación "positiva" con Estados Unidos bajo unas nuevas reglas con la administración Obama.
"Queremos ver cómo evolucionan los acontecimientos, pero es esperanzador el mensaje de Obama de dar importancia a Latinoamérica. No nos queremos adelantar, tenemos que ver y analizar", apuntó el canciller boliviano.
Asimismo, el ministro de Relaciones Exteriores aseguró que además de mejorar las relaciones políticas, el Gobierno boliviano tiene muchos temas para trabajar con Estados Unidos, como la lucha contra el narcotráfico.
A este mensaje se unió el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, que en declaraciones a los medios locales mostró el interés de Bolivia de establecer relaciones comerciales con Estados Unidos siempre que no se produzcan injerencias en los asuntos internos.
Por su parte, el portavoz del gobierno de Evo Morales, Iván Canelas, deseó que la nueva administración norteamericana respete la soberanía de los pueblos y que se acerque "realmente" a América Latina.
Las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos se encuentran en un momento crítico tras expulsar el presidente Evo Morales al embajador norteamericano en La Paz, Philip Goldberg, bajo la acusación de conspirar en su contra.
Washington replicó con la misma medida contra el embajador Gustavo Guzmán y posteriormente canceló a Bolivia los beneficios arancelarios que concede a los países de la región andina como compensación en sus esfuerzos contra el narcotráfico.
Estados Unidos justificó su decisión en la falta de cooperación de La Paz en la lucha contra las drogas, lo que ha sido negado por el Gobierno boliviano, que en reiteradas ocasiones ha expresado su deseo de que Obama dé marcha atrás a la medida.