En Pedro Escobedo, 170 kilómetros al noroeste de la ciudad de México, hay una capilla dedicada a la Santa Muerte, tal vez la más importante en su tipo en el país.
Teodoro Reyes Díaz lo toma con calma y considera que si en otros lugares del país destruyeron capillas dedicadas a la Santa Muerte, posiblemente fue porque estaban en terrenos federales.
No es el caso del estado de Querétaro, en donde tiene un terreno particular y pretende levantar la catedral de la Niña Blanca, la primera en su tipo en el país, con la advertencia de que quien intente derribarla ¡primero pasa sobre mi cadáver¡.
En Pedro Escobedo, 170 kilómetros al noroeste de la ciudad de México, hay una capilla dedicada a la Santa Muerte, tal vez la más importante en su tipo en el país, y Reyes Díaz, su constructor y vigilante, dijo que, al igual que sus seguidores, no tiene miedo de una agresión como sucedió en Tijuana, Baja California.
Arrasan capillas
En ese estado, cinco capillas dedicadas a la Santa Muerte y al llamado santo patrón de los narcotraficantes, Jesús Malverde, fueron arrasadas por desconocidos que utilizaron maquinaria pesada en las carreteras entre Tijuana, Rosarito y Tecate.
Seguidores de la Santa Muerte también denunciaron al Estado mexicano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la destrucción de 30 altares de ese culto en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas. A la fecha, nadie se ha atribuido la autoría en ambos casos.
Sin embargo, Reyes Díaz rechaza que la destrucción de capillas en Tijuana sea parte de una “guerra religiosa” por la vinculación de la Niña Blanca con el crimen organizado y el narcotráfico, a la vez que deslinda a los seguidores de la Santa Muerte con la delincuencia.
“Todos le pedimos algo a la Santa Muerte; también los delincuentes, pero nos ayuda hasta equilibrar nuestra situación. Si le pedimos ayuda para delinquir, entonces nos deja hasta que se logra el equilibrio y de ahí en adelante cada quien va solo”.
Reyes Díaz, propietario del terreno donde se levanta la capilla y que actualmente ocupa unos 200 metros cuadrados, también rechaza la posibilidad de ser molestado por autoridades federales, estatales o municipales.
“Tengo todos mis documentos en regla; los pagos de predial, las escrituras del terreno y hasta las facturas del material que se ha comprado”, afirma.
Catedral y almacén
Según Reyes Díaz, los seguidores de la Santa Muerte son cada día más, por lo que extendió su capilla y le añadió una tienda o almacén, en el que se venden toda clase de artículos relacionados con la veneración de la Niña Blanca, incluidos amuletos, brebajes y esencias para mejorar la actividad escolar, ser amado y limpiar malos humores.
Lo que más se vende son imágenes de la Santa Muerte de diversos tamaños, precios, material y expresión.
Reyes Díaz manifiesta que su plan es extender la capilla unos 200 metros más y para ello realiza una colecta entre los fieles para reunir dinero suficiente y adquirir un terreno con acceso directo a la autopista México-Querétaro.
Con esta expansión, Reyes Díaz pretende lograr el nombramiento oficial de “catedral” y con ello edificar la que sería el centro más importante del país dedicado a la veneración de la Santa Muerte.
Prepara festividad
El vigilante de la capilla instalada en avenida Reforma de la ciudad de Pedro Escobedo, anuncia que trabaja en la preparación de las festividades dedicadas a la muerte, del 1 y 2 de noviembre, con una fiesta que sería amenizada por Los Cadetes de Linares.
Reyes Díaz asegura que cada año le dedican esos dos días de fiesta a festejar a la Santa Muerte, con un ritual que se inicia con el canto colectivo de Las Mañanitas a la media noche del 1 de noviembre.
