El Siglo de Durango
Durango
La frase “En Durango no hay nada qué hacer” quedó en el pasado y todos aquellos que no tuvieron la oportunidad de salir del estado en la Semana Santa pudieron constatarlo.
Y es que sin gastar mucho dinero, para las familias duranguenses y los miles de turistas de otras partes de México y el extranjero que decidieron visitar la Tierra de los Alacranes el menú para divertirse fue muy amplio.
opciones
El clima fue el pretexto perfecto para que los balnearios, presas y ríos fueron de los sitios más visitados.
Mientras el termómetro marcaba hasta las 35 grados centígrados, a los pequeños parecía no hacerles efecto pues gozaban de lo lindo en el agua.
No se quedaron atrás los parques y la Zona Sierra, que tambi´én registraron ocupación llena en sus distintos puntos.
atractivo
El Centro Histórico fue una de las opciones más cómodas e interesantes para connacionales que querían ver la transformación del primer cuadro de la ciudad.
Los recorridos en el turibús y las diversas actividades en museos y centros de reunión hicieron que todo aquel que visitó Durango en Semana Santa se fuera con una sonrisa de oreja a oreja.