Desempleo. Andrés Chávez ha recurrido en dos ocasiones, en estos ocho meses, al Instituto Estatal de Empleo y no pierde las esperanzas de encontrar un buen trabajo.
De un día para otro la vida de Andrés cambió. Perdió su empleo hace ocho meses y su búsqueda continúa. Esta vez la Navidad será diferente a las demás. Las cartas de sus hijos, de seis y cuatro años, seguirán colgadas en el árbol en espera de que sus deseos se hagan realidad.
La crisis económica obligó a la empresa en la que laboraba como ayudante a recortar la nómina. "Sabía que estaban despidiendo gente pero nunca pensé que me iba a tocar a mí, sólo me dijeron que aceptara la liquidación", dice el hombre de 27 años mientras llena una solicitud a las afueras del Instituto Estatal de Empleo en Torreón.
Difícil ha sido su andar en busca de una nueva oportunidad, "a veces sale y otras no". Por fortuna, su padre es contratista y en ocasiones le ayuda en la construcción "y salen 300 ó 400 pesos para comprar lo más indispensable", comenta el joven padre de familia.
Cumplir con los deseos de sus pequeños no será fácil como en otros años. Luis, de seis años, quiere una bicicleta y Enrique, su hermano menor, una carretilla y una pala; sueños que podrían quedar plasmados en sus cartitas. "Sí son conscientes de la situación en la que vivimos pero sí quieren su regalo de Navidad, a ver cómo le hacemos para comprarles por lo menos un carro de control para los dos, y que les llegue algo ", dice Andrés.
Con tristeza, cuenta que el año pasado los tamales y los buñuelos no faltaron en su mesa, hoy todo eso es un bello recuerdo, sin embargo no pierde las esperanzas de encontrar trabajo "para poder cumplirle al Niño Dios", dice. "Comíamos más o menos y ahorita a ver cómo le hago para sacar adelante a mis hijos".
Encomendarse a Dios y no perder las esperanzas es lo que lo alienta a continuar con su búsqueda, aunque reconoce que el próximo año pudiera ser aún más difícil. "El año que entra se me hace que va a estar más duro por la situación por la crisis económica que se está viviendo ahorita", comenta angustiado.
Aunque ha recurrido al Instituto Estatal del Empleo en dos ocasiones en estos ocho meses, sin éxito alguno, confía en que muy pronto "nos llamarán para un nuevo trabajo", señala el hombre, cuyas ilusiones de cenar esta Nochebuena sus tradicionales tamales, siguen latentes.
ANDRÉS CHÁVEZ
Desempleado
La navidad de un desempleado: Andrés Chávez se suma a lista de desempleados del 2009 que tendrán una Navidad austera ante la falta de ingresos para regalos y una fastuosa cena de Nochebuena. (Video de El Siglo de Torreón)