Las Chivas Rayadas del Guadalajara metieron fuerte zancadilla ayer a los Guerreritos del Santos Laguna en la gran final de Segunda División, al venir de atrás y sacarle de la bolsa el cetro a los laguneros. (Fotografía de Jesús Galindo)
Joel Flores Maltos
TORREÓN, COAH.- Los Guerreritos del Santos Laguna no pudieron cristalizar su sueño de ser campeones en el circuito de Segunda División y dejaron ir la oportunidad de coronarse, ello tras caer ayer en penales ante las Chivas Rayadas de Guadalajara en la cancha del Estadio Corona.
Fue un duelo en el que los pupilos de Sergio Díaz no mostraron la garra ni el talento futbolístico que se requiere para llegar a la conquista del cetro, ya que luego de haber ganado 2-0 en el juego de ida, en casa no supieron manejar la ventaja y pagaron las consecuencias al perder 3-1 (3-3 global), lo que obligó a tiempos extras y posteriormente a los tiros penales, donde cayeron 4-2
Los tapatíos iniciaron con todo y al minuto diez dieron muestra de su intención, al anotar por vez primera en el partido por conducto de Saúl Sandoval, quien remató de cabeza un servicio de Jorge Cárdenas, para de este modo coronar una de sus opciones en el arranque del juego.
El gol recibido fue un auténtico puyazo para los albiverdes, quienes se fueron al ataque y generaron algunas opciones de peligro sobre el marco de las Chivas Rayadas.
Al minuto 22, la respuesta de los locales no se hizo esperar y por conducto de Carlos Parra consiguió el empate a un gol, luego de tomar la pelota fuera del área y con tiro raso, colocado a la izquierda del guardameta Miguel Jiménez anidó el esférico en la portería de los visitantes.
Tras el gol, Carlos Parra fue expulsado y dejó en desventaja a su equipo, que pronto debió reaccionar para acomodarse en la cancha y suplir la ausencia.
El chiverío buscó nuevamente el gol que le diera la ventaja, pero no tuvo suerte. Por el contrario, al minuto 32 sufrió la expulsión de Juan Ochoa, luego de acumular su segunda amonestación.
Para la segunda mitad del partido, Santos Laguna poco a poco se replegó con la intención de cuidar el marcador y los visitantes aprovecharon para irse encima de la escuadra albiverde, que poco a poco veía cómo la presión de los tapatíos se dejaba sentir en su marco.
Al minuto 48 fue expulsado José Verduzco para dejar a Chivas con nueve hombres en la cancha.
Pese a ello, las oportunidades en ambos marcos se dejaron sentir, pero fueron desaprovechadas por mala puntería de los delanteros o aciertos de la defensa y los porteros.
Al minuto 77 también fue expulsado el santista Uriel Álvarez y en esa jugada se generó una acción a balón parado. Omar Ledesma cobró con centro al área, donde remató de cabeza Ricardo Vázquez para dar la ventaja 2-1 a los jaliscienses.
Con toda la presión sobre los laguneros, los visitantes consiguieron al minuto 84 el 3-1 (3-3 global), situación que forzó los tiempos extras, ello ante la des-ilusión de los aficionados que vieron en pocos minutos cómo se esfumaba la ventaja de los albiverdes.
Tras 90 minutos de juego se jugaron sin novedad los tiempos extras y se obligó a los penales, donde los locales cayeron 4-2 y dejaron ir el campeonato.
Miguel Jiménez, Julio Nava, Alejandro Galván, Jorge Cárdenas (Ramón Arriaga), Juan Ochoa, Christian Pérez, José Verduzco, Saúl Sandoval, Miguel Ponce (Mario Nieblas), Miguel Jiménez, Ricardo Vázquez y Antonio Gallardo.
SANTOS LAGUNA: David Flores, Juan de Dios Alvarado, Alberto Soto, Diego Esqueda (Víctor Hugo Olmos), Jaime Toledo, Uriel Álvarez, Alejandro Martínez (Arnulfo González), José Hoyo, Carlos Parra, Gustavo Ruelas (Juan Carlos Enríquez) y Andrés Santana.
Sin duda que un factor digno de mencionar ayer en la cancha del Corona fue la presencia de más de dos mil aficionados, quienes aceptaron la invitación del club lagunero para acudir a las gradas del inmueble de la calzada Ávila Camacho.
Como nunca, la afición acudió al partido de Segunda División para ver el talento joven de la cantera albiverde.
El buen trabajo realizado a lo largo de la temporada y posteriormente en la liguilla, llenó de ilusiones a la afición guerrera, que pensó tal vez en ver a este cuadro lagunero coronarse ante los tapatíos, rival al que se le había vencido a domicilio y al cual se le daba por muerto.
Llegar al Estadio Corona y ver la cantidad de vehículos en su estacionamiento, era un buen augurio.
El área de plateas prácticamente se llenó en el transcurso del partido y quienes llegaron más tarde debieron acomodarse en sombra general.
Fue un buen espectáculo ver el graderío poblado, aunque los aficionados no pudieron disfrutar de un buen partido por parte de los locales, quienes se sintieron campeones antes de tiempo y terminaron por entregar la corona al chiverío, quienes lejos de sentirse derrotados, aguardaron los momentos precisos para hacer daño y levantarse para forzar los penales y llevarse la corona.
La afición, de primera
Se duermen
Desaprovechan todos los factores a su favor.
n Los Guerreritos se mostraron incapaces de aprovechar las múltiples opciones de gol que tuvieron.
n Al menos una de sus dos expulsiones fue por demás absurda, lo que demuestra falta de madurez de sus jugadores.
n Con el marcador a su favor y un equipo rival encima, optaron por defender en lugar de presionar al contrario.
n Tuvieron el apoyo de más de dos mil gentes y no aprovecharon la presión hacia el rival.
n Pese a la alta temperatura y el hecho de que sus rivales estaban agotados, dejaron de correr al igual que el contrario.
n Festejaron antes de tiempo, al sentirse campeones cuando aún quedaba bastante tiempo en el reloj. El rival los cazó.
n Tras anotar los dos primeros penales, la mala puntería hizo mella y fallaron los siguientes tiros. Chivas no perdonó.
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