Combate al crimen. Cientos de presuntos integrantes del crimen organizado han sido recluidos en los Ceferesos, a pesar de que no fueron proyectados como prisiones preventivas. ARCHIVO
Edificados para albergar reos sentenciados, los Centros Federales de Readaptación Social (Ceferesos) se convirtieron este año en cárceles para presos sujetos a juicio.
Ante la denominada guerra contra el narcotráfico, el Gobierno Federal ha recluido a cientos de presuntos integrantes del crimen organizado en los Ceferesos, a pesar de que no fueron proyectados como prisiones preventivas.
El mejor ejemplo es el penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México, donde hasta a agosto de este año, el 75 por ciento de los presos esperaba a que un juez decidiera si les dictaba sentencia o los liberaba.
Antes conocido como penal de Almoloya de Juárez, el Cefereso Uno tenía 605 reos bajo proceso y sólo 206 cumpliendo una sentencia.
Hace un año, el penal en que habitan capos históricos como Miguel Ángel Félix Gallardo y Rafael Caro Quintero, vivía una situación a la inversa porque sólo 58 de sus 804 inquilinos enfrentaban juicio, de acuerdo con estadísticas oficiales.
En el último trimestre del año la cifra de reos procesados se incrementó al 90 por ciento, aseguró el subsecretario del Sistema Penitenciario de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), José Patricio Patiño, durante un foro el nueve de diciembre.
La red penitenciaria federal administra cinco Ceferesos, la Colonia Penal de Islas Marías y el Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial (Ceferepsi), en Morelos.
"Hoy por la dinámica que ha cobrado el delito y la dinámica que ha cobrado la averiguación previa y los mandamientos judiciales, prácticamente la vocación con la que nació el Sistema Penitenciario Federal está totalmente cambiado.
"Islas Marías sigue conservando el cien por ciento de personas sentenciadas, pero en el Altiplano traemos un 90 por ciento de personas en proceso y un 10 personas sentenciadas, cuando el proyecto para el que nacen los Ceferesos es para población exactamente a la inversa", expuso el funcionario.
Los otros dos penales de máxima seguridad se encuentran en condiciones similares: el Cefereso Dos de Occidente, en Jalisco, tiene 822 reos, de los cuales 550 enfrentan juicio, y en el Cefereso Tres Noreste, en Tamaulipas, sólo la mitad de sus 718 reos cumplen sentencia.
Con módulos de mediana y máxima seguridad, el Cefereso Tres Noroeste, en Nayarit, alberga a 861 reos procesados.
Al término de 2008, la SSP reportó que en esos cuatro Ceferesos había en suma 812 presos bajo proceso penal y dos mil 228 cumpliendo una condena.
Para desalojar reos de sus instalaciones y de cárceles estatales, la SSP inició este año una ampliación de su red penitenciaria e incorporó el Cefereso Cinco Oriente, en Villa Aldama, Veracruz, el cual en menos de seis meses se convirtió en el penal federal más poblado.
La ex cárcel estatal albergaba en la primera semana de diciembre mil 638 reos, en su mayoría sentenciados.