De estreno. Dustin y Emma promocionan en París la cinta Last Chance of Love, en donde interpretan a una divertida pareja.
PARÍS, FRANCIA.- El homenaje a toda una carrera profesional en el mundo del cine, como el que ayer recibió el actor estadounidense Dustin Hoffman en París por parte de la profesión cinematográfica francesa, es para el artista algo así como un "funeral anticipado".
"Cualquiera que recibe un premio por toda su vida profesional experimenta eso: un funeral anticipado, eso es exactamente lo que es", bromeó Hoffman, de 71 años, quien se exhibió distendido y divertido al explicar los homenajes que recibe en la capital francesa.
Intérprete de filmes inscritos ya en la historia del cine como The Graduate o Papillon y ganador de dos premios Oscar, a Hoffman ya le condecoraron el jueves en París con las insignias de la Orden de las Artes y las Letras de Francia, en una ceremonia en el Ministerio de Cultura galo.
Y ayer por la noche, durante la entrega de los César, que premian cada año al cine francés, Hoffman pudo tener el privilegio de asistir a su "funeral", aunque para su compañera de reparto en Last Chance Harvey, Emma Thomson, filme que presentaron ayer ambos en París, la cosa no parece ser tan mala.
"He estado en muchos funerales y en general, son mucho más divertidos que muchas bodas a las que he ido", aseguró muy seria Thomson, sentada junto a Hoffman ante un reducido grupo de periodistas en un hotel situado junto a los Campos Elíseos.
"Bueno, soy británica" (se disculpó), "pero es que lo pienso de verdad: los funerales pueden ser realmente fantásticos. Te encuentras con gente a la que hacía mucho tiempo que no veías", siguió la actriz, quien obviamente tenía deseos de divertir a los presentes, incluido al "fallecido" Hoffman.
"Hace poco estuve en el funeral de mi suegro y fue fantástico porque lo único triste es que él no estaba y le habría encantado la fiesta. Le habría gustado muchísimo ver a sus antiguos compañeros de la escuela de arquitectura. Y le dije a mi marido: ¿no es una pena que no tuviéramos esta reunión antes de que se muriera?".
La actriz, de 49 años y ganadora de dos Oscar, reconoció lo importante que es para ella tener sentido del humor, "que es algo que está en los huesos de uno, en la sangre, es algo orgánico".
"Es más eso que cuando alguien viene y te dice: 'oye, me sé un chiste buenísmo'. Entonces seguro que no me río", agregó Thomson, que intercambió constantemente guiños con Hoffman, a quien tomaba del brazo mientras explicaba a la prensa cómo se gestó el filme que ambos protagonizan y que dirige el británico Joel Hopkins.
En la película los dos actores dan vida a una pareja (ella una empleada del servicio británico y ya con media vida y él compositor frustrado de jazz estadounidense y con la vida más que mediada) que se conocen en Londres por casualidad y descubren un amor del que probablemente ya poco esperaban oír y aún menos sentir.