Fernando Ortiz discute con jugadores del Veracruz. El partido estuvo lleno de faltas y juego peligroso. Los golpes surgieron de inmediato. (Agencia Reforma)
MONTERREY, NL.- En un partido amistoso, que resultó todo lo contrario, los equipos titulares de Tigres y Veracruz empataron 1-1 ayer en la cancha 4 de La Cueva de Zuazua.
El desarrollo del partido estuvo candente con fuertes entradas, hasta que en el minuto 34 Lucas Lobos y el portero de los Tiburones Rojos, Rogelio Rodríguez, se liaron a golpes.
El incidente se derivó cuando un defensor del cuadro jarocho propinó una fuerte entrada al volante argentino y éste reaccionó con una patada por la espalda cayendo el jugador al suelo.
Enseguida, el "Roro", quien fuera arquero de Tigres, se le fue encima a Lobos y ambos alcanzaron a soltar puñetazos en sus respectivos rostros. Ya para eso todos los jugadores ya hacían la denominada cámara húngara, incluyendo a las bancas de ambos equipos, las cuales de inmediato se vaciaron para llegar a la zona del incidente.
