Suenan las trompetas. Resuenan las trompetas y el pequeño país se paraliza en recuerdo al Holocausto.
JERUSALÉN.- La bulliciosa Israel se detuvo totalmente ayer durante dos minutos mientras sonaban por todo el país las alarmas por el bombardeo aéreo en recuerdo de los seis millones de judíos que fallecieron durante el Holocausto nazi.
Los dirigentes israelíes juraron que no habrá un segundo Holocausto, y sus promesas retumbaron durante una conferencia convocada por las Naciones Unidas en contra del racismo en Ginebra, que es percibida como un movimiento antisemita.
Los conductores detuvieron sus automóviles y la gente frenó sus pasos, muchos con las cabezas inclinadas, para recordar a las víctimas del Holocausto. Más tarde ayer estaba prevista una ceremonia oficial en la que serán entregadas ofertas florales en Yad Vashem, el monumento memorial del Holocausto en Israel.
En respeto a lo solemne de la ocasión, tanto restaurantes como bares y lugares de entretenimiento cerraron sus puertas ayer.
Al comienzo de la ceremonia del día del recuerdo de las víctimas del Holocausto el lunes por la noche, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu criticó al presidente de Suiza por reunirse con el presidente iraní Mahmoud Ahmadinayad en anticipo a la conferencia contra el racismo.
El dirigente iraní insinuó que el Holocausto nunca ocurrió y en varias ocasiones ha llamado a la aniquilación de Israel.
En sus palabras en la conferencia de la ONU, Ahmadinayad acusó a Occidente el lunes de utilizar el Holocausto como "pretexto" para la agresión contra los palestinos.
"No vamos a tolerar que aquellos que niegan el Holocausto realicen un nuevo Holocausto contra el pueblo judío. Esa es la tarea más importante del Estado de Israel y es mi tarea más importante como primer ministro de Israel", indicó Netanyahu, en un discurso emitido desde e Yad Vashem.
Israel no participó en la conferencia contra el racismo, un boicot en el que también participaron Estados Unidos y otros ocho países.
