¿Frío? Los santistas, incluido el arquero Oswaldo Sánchez, sufrieron en serio con la baja temperatura registrada ayer temprano en la toma de la fotografía oficial del club albiverde en el Territorio Santos Modelo. (Fotografías de Ramón Sotomayor Covarrubias)
Ante una gélida temperatura el equipo de Santos Laguna visita el TSM.
En lo que será su nueva casa en el último trimestre de este 2009, Santos Laguna se tomó su fotografía oficial para el Torneo Clausura, bajo un aire gélido que se dejó sentir ayer al pie de la carretera que sale a San Pedro de las Colonias.
A temprana hora llegaron los jugadores y cuerpo técnico albiverdes procedentes del Centro de Alto Rendimiento Santa Rita, pero debieron dejar sudaderas y chamarras para posar con su ropa de juego frente a la lente de las cámaras fotográficas.
Junto al personal administrativo y deportivo del club, equipos de fuerzas básicas y patrocinadores, los Guerreros se mantuvieron de pie en lo que será el círculo central de una cancha que todavía luce una gran cantidad de tierra. Directiva y cuerpo técnico vistieron elegantemente con trajes.
Ahí estuvieron presentes los tres alcaldes de la zona conurbada de la Comarca Lagunera: de Ciudad Lerdo, Carlos Aguilera; de Gómez Palacio, Ricardo Rebollo; y de Torreón, José Ángel Pérez, a invitación del mandamás santista, Alejandro Irarragorri.
Algunos aficionados se dieron cita en el Territorio Santos Modelo (TSM), movidos por la curiosidad de observar la sesión fotográfica y tener la oportunidad de saludar de cerca a sus ídolos, que tras las bajas temperaturas se mantuvieron resguardados.
Tras finalizar este tradicional acto, previo al arranque de campaña, los jugadores disfrutaron de un desayuno de los llamados fríos, consistente en frutas, jugos, yogurt, aunque también comieron ricas gorditas, burritos y flautas. Oswaldo Sánchez sufrió en serio con el frío y es que tras la sesión fue por una chamarra, para tomar un plato con una ligera comida, la cual degustó arriba del camión por la inclemencia de la temperatura.
Irarragorri Gutiérrez habló acerca de la fotografía oficial: “es memorable porque no todos los días se tiene la oportunidad de estar en las entrañas de lo que será este recinto, donde seguramente continuaremos viviendo grandes alegrías y emociones, como ha sido en el Corona actual”.
El mandamás albiverde destacó que la imagen será inédita, ya que la construcción que se encuentra en obra negra es un fiel trabajo de la labor diaria y los cimientos establecidos, misma que se comparará con la siguiente cuando el proyecto quede terminado en su primera fase.
“Estamos muy satisfechos de poder estar aquí en el centro de lo que será la cancha principal, de las seis y media canchas que habrá en este lugar, obviamente tiene un gran significado para todos los que queremos al Santos y los que creemos en el proyecto deportivo que tiene un significado de trascendencia nacional”.
Respecto a la pretemporada indicó: “se realizó un gran trabajo, con un gran esfuerzo, fue corta pero con entrenamientos a doble sesión todos los días, preparándose el grupo para enfrentar los retos que tenemos, los dos torneos más el aporte a las selecciones que nos toca hacer”.
Guerreros imponentes del Grupo Uno
De primera vista Santos está llamado a puntear en el sector Uno del Torneo Clausura 2009, sí, por encima del Atlante, líder durante el Apertura 2008, pero su imagen de equipo gitano no le augura un torneo tan favorable como el de hace seis meses.
En cambio Santos se ve reforzado. Disminuido en su zaga ante las salidas de Ortiz y Castillo pero fortalecido por la continuidad de su gente de ataque, que ha apuntalado incluso con un atacante como Darwin Quintero, un colombiano que vendrá a reunir su potencia a hombres como Ludueña, Vuoso y Benítez, que ya hacen muy poco tratable a los muchachos de Daniel Guzmán, que por si fuera poco presumen haber terminado sin una sola derrota en casa en el torneo que terminó.
Por su parte, los Potros dejaron ir a su hombre fuerte en la zaga, David Muñoz Mustafá no estará más con los azulgrana, y en su lugar han traído al argentino Miguel Martínez, por lo demás, el potro luce igual al del Apertura, con Giancarlo y Rey como sus insignias al frente y, claro, Federico Vilar bajo los postes.
Pachuca tiene, en el torneo que comienza, hambre de revancha. No calificó a la liguilla pasada y su actuación en el Mundial de Clubes no fue lo que se pensaba. Ahora también tiene dos competencias. Copa Libertadores y la Liga. Se ha reforzado con gente como Blas Pérez y Édgar Benítez al frente, a cambio dejó ir a hombres importantes como Bruno Marioni y el seleccionado Fausto Pinto.
Enrique Meza tendrá mucho qué mejorar, y es que a los Tuzos no se les dan muy bien las cosas cuando tienen dos compromisos en puerta.
A Monterrey el torneo le pinta complejo. Tuvo que cambiar timonel ante las necedades de Ricardo Antonio La Volpe. Víctor Manuel Vucetich ha sido el elegido para intentar que los Rayados den un torneo digno que al menos los meta a la liguilla.
Por supuesto que él no eligió refuerzo alguno, por lo que las llegadas de Gerardo Galindo, Diego Martínez, Alonso Sandoval, Walter Ayovi y Juan Carlos Medina obedecen más a las determinaciones de La Volpe y directiva que al pensamiento de Vucetich.
Para el fondo del sector se vislumbra a los involucrados en el descenso: Indios y Puebla. Los de Ciudad Juárez reforzaron sobre todo su media cancha. Compraron al camerunés Abdoul Njankou y al uruguayo Juan Pablo Rodríguez, junto al mexicano Héctor Giménez Silvera, para el ataque, con la esperanza de sacar de una vez por todas puntos en casa y alejarse de la quema.
Su oponente directo, Puebla, tuvo su propia revolución. Dio de baja a Mario Carrillo y devolvió el timón a Sánchez Solá. Contrató para su zaga a Duilio Davino y a un portero más confiable como Alexandro Álvarez, pero para salvarse deberá mejorar mucho respecto al año pasado.
Así, en el panorama del Grupo Uno, salva que Monterrey y Pachuca despierten y Atlante no vuelva a ser el equipo gitano que acostumbra, Santos está llamado a dominar y terminar como el número uno del sector, mientras que la parte baja, no sólo del carro, sino de la tabla, se vislumbra. (El Universal)
