La producción forestal opera al 50 por ciento de su capacidad en la zona Noroeste del estado, donde afecta a 72 ejidos y comunidades de ocho municipios.
SANTIAGO PAPASQUIARO
La producción y venta de madera no repuntan; se mantienen al 50% de su capacidad; la recesión económica y la competencia de importadores los afecta.
Santiago Papasquiaro, Dgo.- El sector forestal ha sido el más afectado, primero por las lluvias atípicas del año pasado y ahora por los efectos de la crisis económica, sin dar lugar a la esperanza de un repunte en la región Noroeste.
José Andrés Favela, tesorero de la Unión de Ejidos y Comunidades Forestales Emiliano Zapata, señala que desde el año pasado tienen al “santo de espaldas”; “la productividad se mantiene al 50 por ciento abajo de su ritmo normal, las pocas ventas de madera derivan en el desempleo en algunas fábricas o aserraderos”.
Antecedentes. Desde su fundación, la Unión de Ejidos en 1974 nunca había sentido los rigores de la crisis económica; en primer lugar, las lluvias atípicas del 2008 paralizaron el 90 por ciento del sector forestal en los 72 ejidos y comunidades asociados, con casi un millón de hectáreas, de las cuales 436 mil son arboladas.
Los forestales del Noroeste de Durango han enfrentado muchas luchas como las de 1975 a 1982 por la inconformidad con Proformex, paraestatal que no tomaba en cuenta la opinión de los campesinos; las lluvias, daños en caminos, aumentos de combustibles, en fin, en todo han salido vencedores.
Problemas. Pero ahora tienen otros retos: el precio de la madera bajó 100 pesos el metro cúbico; las ventas andan por abajo del 50 por ciento ante la competencia desleal de países como Chile, Brasil, Canadá y Estados Unidos, inclusive hasta de Filipinas, cuyos productores tienen capacidad para vender la madera más barata.
Aquí en Durango venden a 950 pesos el metro cúbico puesto a pie de aserradero, pero los forestales tienen que pagar servicios técnicos, extracción, flete, cuotas por concepto de arreglo de caminos, mano de obra, entre otros aspectos administrativos, de tal manera que no les queda mucha utilidad.
Potencial. Asimismo, la crisis económica les está pegando duro a los 72 ejidos y comunidades de los municipios de Tamazula, Guanaceví, Tepehuanes, Santiago Papasquiaro, Otáez, Topia, Canelas y San Dimas, donde hay una fábrica de triplay, 26 fábricas de caja de empaque, 20 aserraderos. También hay tres aserraderos sobre camión-remolque, pero en términos generales la producción no repunta; a lo más que se mantiene es al 50 por ciento de su capacidad laboral, lo que está acabando con el ánimo y la esperanza. Sin embargo, se disponen a seguir adelante, añade Favela.
Infraestructura de la UEEZ
Eduardo Guerrero, dirigente de la Unión de Ejidos, señala que cuentan con un vivero forestal y uno de plantas ornamentales. Otros logros han sido la dotación a los ejidos de infraestructura eléctrica y caminera (hay 7 comités de caminos), y la creación de un fideicomiso de autoaseguramiento.
En cuanto a la perspectiva de las asociaciones en participación, la UEEZ sólo acepta asociados para la comercialización. Ve como una alternativa concreta algunos subproductos o especies como por ejemplo la pulpa y el encino, buscando asociarse con empresas de Estados Unidos.
