La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ordenó desarmar a 53 elementos de la Policía Ministerial de Tijuana y Mexicali que supuestamente reprobaron algunas de las pruebas de confianza que se les aplican periódicamente.
El director de la corporación, el militar Alejandro Campos Zamora, ordenó a 29 elementos de Tijuana que entregaran sus armas, por disposición del Ejército. En Mexicali, otros 24 agentes ministeriales recibieron la misma instrucción.
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) confirmó que se trata de agentes que no aprobaron algunas de las pruebas físicas, psicométricas y de destreza para armar y desarmar su armamento, requisitos previstos en el artículo 26 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
La entrega de las armas implica el retiro del permiso para la portación de este tipo de artefactos, también señalada en las leyes de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Esta medida provocó el desconcierto de los agentes afectados, de quienes la mayoría son personas mayores.
Trascendió que la PGJE enviará a tareas que no impliquen un riesgo a quienes perdieron el permiso para la portación de armas, y éstas serán entregadas a nuevos elementos.