Las policías municipales atraviesan serios problemas tanto de recursos como de confianza de la labor de sus elementos.
OBSERVACIÓN
Diputado local reconoce que directores de las corporaciones son nombrados por lazos de amistad.
Durango. "A ojo de buen cubero" y por los lazos de amistad los alcaldes en turno seleccionan a sus directores de Seguridad Pública, según reconoce el diputado local José Luis López Ibáñez.
Después de que el Ejército Mexicano detuviera a los directores de Seguridad Pública de Tlahualilo y Mapimí con armas de fuego y droga, el Presidente de la Comisión de Justicia del Congreso local urgió a que se ponga en función el Centro Estatal de Evaluación y Control de Confianza.
Conflicto. El legislador panista consideró que mientras no haya una verdadera supervisión de las personas que están al frente de las corporaciones de seguridad, así como de los elementos, la situación seguirá igual, donde “los malandros van a seguir infiltrados en las policías y éstas cumplen con doble función de cuidar a la ciudadanía pero a la vez estarle avisando al narco de los movimientos que realizan”.
Cuestionado sobre la responsabilidad que tienen los propios alcaldes al momento de designar a sus directores de Seguridad Pública reconoció que los eligen por cuestiones de amistad y en realidad nadie garantiza que estén aptos para desempeñar el cargo.
Omisiones. Y es que hasta el momento los directores en los municipios no son sometidos a los exámenes físicos y sicológicos para garantizar que son honestos y tienen el perfil para cumplir con el encargo, según lo reveló el ex Presidente de la Barra de Abogados.
“El Presidente Municipal elige, como se dice coloquialmente, a ‘ojo de buen cubero’ a los directores de Seguridad Pública. Son sus amigos, si no, no los invitan pero no hay exámenes que les pueden garantizar la confiabilidad”, reiteró el panista.
Insistió que ninguno de los directores pasa un examen debidamente estructurado, con todos los controles, médicos y sicológicos pero justificó a los ediles que los ponen en el puesto, con el dicho de que desconocen “los malos pasos” de sus colaboradores. “Ya ve que no (saben). No creo que lo hayan hecho (el nombramiento) sabiendo, para eso se requiere una institución profesional porque ni siquiera los presidentes tienen la capacitación para ejercer los exámenes de control”, mencionó.
Citlalli Zoé Sánchez |
El Siglo de Durango