La crisis económica durante el año que cierra golpeó duramente a la Comarca Lagunera y agudizó la sequía de inversiones que desde hace años aqueja a la región.
Sin embargo, esta sequía no fue sólo provocada por la crisis económica, sino que la escasez global de capital productivo se combinó con una falta de inversión en infraestructura que fomentara la atracción de inversiones. Los datos indican que, en La Laguna de Coahuila la inversión en los últimos dos años fue 16 veces menor a la que llegó a Saltillo, y hace dos años era 11 veces menor.
El esquema seguido durante la última media década, en la que el Gobierno del Estado actuaba de manera separada al Municipio claramente no ha funcionado. La falta de coordinación entre ambas instancias, motivada entre otras cosas por la conveniencia política de los partidos en el poder, ha hecho mucho daño a la posición de La Laguna como destino de inversiones productivas.
La postura de la Administración municipal saliente, de concentrarse en inversiones pequeñas y dejar al Estado las mayores, tuvo pobres resultados, pues el Gobierno Estatal tampoco ha tenido la capacidad para atraer proyectos grandes ni la voluntad para realizar las inversiones que pudieran incitar a empresas nacionales o extranjeras a traer su dinero a la región.
Uno de los efectos de la crisis económica en el mundo es que las cadenas de suministro de productos han cambiado. Muchas empresas del ramo manufacturero, por ejemplo, han cerrado plantas en Estados Unidos o varios países asiáticos donde sus costos eran más elevados y ahora buscan lugares más atractivos. Esto es constante en áreas como la industria automotriz o aeroespacial, la electrónica o la de equipos de generación de energía renovable.
La Laguna debe insertarse en este cambio global y autoridades e Iniciativa Privada harían bien en reconocer las oportunidades que se presentan. La crisis económica golpeó a empresas en todo el mundo, pero no secó por completo la inversión. Hay cientos de empresas dispuestas a invertir en México y deben ver a La Laguna como una opción.
Debe articularse un nuevo modelo de fomento económico que mejore la coordinación entre autoridades y que, en el caso de la Comarca Lagunera, trascienda fronteras y tenga una visión conurbada que incluya a los gobiernos de Coahuila y Durango y a los gobiernos municipales.
Si 2010 será el año de la recuperación global, nuestra región debe hacerse presente en los proyectos productivos que se emprendan en los próximos meses, pero eso requiere proyectos claros sobre la vocación y la capacidad de la región, así como voluntad para llevarlos a cabo.
