Difícil. Aunque doña Guadalupe asegura que no hay nada qué festejar, tratará de olvidar por un momento su dura situación, para convivir con sus hijos, desde su lugar de trabajo, hoy en el Día de las Madres.
En medio de la crisis económica y de la alerta sanitaria por la Influenza tipo A (H1N1), Celia Zúñiga festejará el Día de las Madres, en compañía de sus tres hijos. Por un momento, dejará a un lado su uniforme de agente de Vialidad para vestirse de ama de casa y disfrutar de una tarde agradable.
El caso de doña Guadalupe es diferente, pues asegura que "no hay nada qué festejar". Y es que cuenta que desde que dejó su puesto ambulante para ocupar uno de los nuevo módulos en el Paseo Comercial Cepeda-Valdez Carrillo, "todo es tristeza, porque no sale para nada", dice con desolación.
EN SU DÍA Con ocho años de experiencia como agente de Vialidad, Celia asegura que no ha sido una tarea fácil "sobre todo porque pasas poco tiempo con tus hijos", cuenta mientras dirige el tráfico sobre la avenida Hidalgo.
"Es un precio muy caro que ha valido la pena", dice la agente y madre, ya que este sacrificio le ha permitido cubrir las necesidades más apremiantes de sus tres hijos, una de ellas, la educación.
Los grandes festejos, comidas y regalos, han quedado sólo en el recuerdo de la joven mujer. Ahora, ante las dificultades económicas, "no queda más que tener una sencilla convivencia familiar, en donde el regalo más importante es el amor que ellos me demuestran día con día", sonríe la agente antes de dar un fuerte silbatazo.
A diferencia de Celia, doña Guadalupe festejará su día trabajando. Y es que cuenta que desde que se encuentran en los nuevos módulos, no sale para nada, pues "no se paran ni las moscas", comenta a punto del llanto.
Comenta que en sus 34 años de experiencia como comerciante, éste año ha sido el de los peores.
"Gracias a lo que vendíamos antes, mis siete hijos tienen estudios pero ahora, no sacamos ni para pagar los intereses de todo lo que debemos", dice furiosa.
Dada su situación, tratará de pasar un rato menos desagradable en compañía de sus hijos, "con la esperanza de que esto un día mejore".
CELIA ZÚÑIGA
Mamá y agente de Vialidad
