Ser Santa toca sus corazones
Tres hombres redescubren el espíritu navideño a través de la personificación del hombre bondadoso del Polo Norte que trae regalos a los niños con buena conducta.
Un joven 'Papá Noel' escucha a los peques
Una larga barba blanca, anteojos y un gorro navideño cubren el rostro del estudiante de 20 años Víctor Manuel Torres, quien cursa la licenciatura de Idiomas en el Tec Laguna. Durante 30 días, Víctor personificará a Papá Noel, escuchará sus pedidos, los juguetes anhelados, se tomará fotos con los pequeños y deseará Feliz Navidad a los niños y sus familias.
Víctor, un Santa joven, que lleva saludos a los pequeños, decidió trabajar como el hombre del Polo Norte en un centro comercial de Torreón para utilizar su paga en sus estudios. "Lo que me motivó fue el pago, que lo voy a utilizar en mis estudios. Le compraré un regalo a mi sobrino y el resto será para pagar cosas de la escuela", comentó el estudiante. Para él, es la primera vez que personifica a Santa y la experiencia ya acumula gratos recuerdos y eventos que lo han marcado.
PIDEN SALUD Y ROPA
La experiencia ha sido "divertida, entretenida. Trabajo de 12 del medio día a 9 de la noche y vienen muchos niños, los saludo, les pregunto qué van a querer de juguetes y los invito a que se tomen la foto y les digo que se porten bien todo el año", dice el joven Santaclós, a quien los pequeños le han pedido en mayor medida bicicletas y algunos juguetes de caricaturas. Pero las experiencias que han conmovido a este Santa son: "vino un señor como de 50 años que vive en la calle, que seguramente conserva el sentimiento y me trajo una carta en la que me pide ropa.
Ha sido una de las experiencias que más recuerdo porque es raro ver a una persona grande que tenga este sentimiento. También vino un niño que me dijo que no quería juguetes sino que se recuperara su mamá porque estaba enferma. Cosas así son las que te llegan porque uno como niño pide más cosas materiales, entonces escuchar eso de un niño te sorprende".
El recuerdo más grato de la Navidad:
"Cuando mi abuela todavía vivía y llegábamos a Torreón para celebrar la Navidad con ella".
Un Santaclós que porta colores diferentes
Alejandro Campos, además de colaborar en las empresas familiares, las cuales tienen distintos giros: la distribución de material industrial, herramientas y equipos para la construcción y la fabricación de sábanas, también labora de manera eventual como animador en diferentes carpas que se dedican a la venta de teléfonos celulares. Pero en esta ocasión la experiencia es diferente, "pidieron un Santaclós que estuviera animando, tengo tres años trabajando en las carpas de la empresa. Invito a que la gente se acerque, compre, y este año pidieron que estuviera vestido de Santa".
SANTA AZUL Alejandro vive la experiencia de ser un Santa en colores diferentes, su traje es azul con blanco, pero la barba, anteojos, gorro y botas se mantienen, al igual que los pequeños que acuden a él para decirle lo que desean de regalo de Navidad. "La experiencia ha sido grata porque es lindo ver a los niños con la ilusión de algo, el cómo se te acercan, cómo todavía tienen ese ángel que uno como grande lo pierde, es sorprendente. Me tocó que vino una niña y la niña estaba fascinada por estar cerca de Santa. Me sorprendió porque me dijo: te voy a decir algo Santa: "yo soy tu seguidora y creo mucho en el espíritu navideño", comentó el Santa con traje azul.
TIEMPO PARA COMPARTIR
"Te envuelves mucho en el personaje, dejas de ser tú un rato y te haces Santa. Es bonito estar cerca de los niños que tienen el espíritu navideño hay muchas cosas que se dicen, que fue algo de mercadotecnia, y otras, pero al final de cuentas es una buena temporada como para sentir algo lindo y estar más cerca de tus familiares. Yo creo que hay que sacar esa alma, ese espíritu bondadoso que traemos dentro y que a veces durante todo el año olvidamos. Es una buena temporada para pedir una disculpa, para estar cerca de alguien, para muchas cosas", compartió Alejandro.
Y es que Santa también se cansa, el Santa ataviado en color azul pasa 10 horas saludando a niños, escuchando sus peticiones, pero la experiencia ha sido grata. "Es lindo porque los niños te envuelven en el personaje con ese algo que uno mismo deja ir, pierdes esa inocencia, dejas ir muchas cosas por el trabajo, y se te hacen a veces ridículas y cuando se te acercan los niños y te lo vuelven a presentar".
El recuerdo más grato de la Navidad:
"Íbamos al Rosario, comíamos tamales y teníamos la ilusión que al regresar dormiríamos y en la mañana abriríamos los regalos".
VÍCTOR TORRES
Estudiante
El juguete recibido que recuerda:
Una camioneta de pilas, lo recibió entre los 5 y 6 años edad, era color negro con flamas rojas.
El juguete recibido que recuerda:
"Los monitos de los He-Man, esos medio fortachones y una patrulla".
ALEJANDRO CAMPOS
Empleado
Cambia congelados por el 'Polo Norte'
Roberto González, trabaja en un club de precios, en el departamento de congelados y durante un mes dejó el frío de los pavos, piernas y productos de temporada navideña para llevar hasta los pequeños que visitan su centro de trabajo el frío del Polo Norte y a la vez, la calidez del hombre que recompensa a los niños que mantienen una buena conducta con sus padres y en la escuela durante todo el año.
EN LAS BOTAS DE SANTA
Para este Papá Noel la experiencia también ha resultado gratificante "es muy padre la experiencia, siempre había querido saber qué se siente ser Santa y cuando te caracterizas te transformas al ver a los niños, a los chiquitines, diciéndote que quieren juguetes, tráeme una bici, un carrito; a su edad el anhelo de querer ver a Santa para pedirle los regalos y ahora entiendes a los niños, la alegría que sienten, los comprendes, se siente padre la experiencia".
PÁNICO ESCÉNICO
Roberto agregó que la experiencia también le resultó un poco intimidante al acudir a un jardín de niños y una primaria.
"Visitamos una primaria que recibe a niños con alguna discapacidad y a todos les gustó mucho el ver a Santa, se emocionaron y conviví con ellos. También fuimos a un Jardín de Niños y hasta tuve un poco de pánico escénico, los niños estaban felices. Todos querían abrazarme y decirme qué querían de regalo".
El recuerdo más grato de la
Navidad
"Yo añoraba siempre tener un juguete y en mi casa me decían: 'a lo mejor no viene Santa a lo mejor sí', pero hay que estarse al pendiente. Mis padres me jugaban la broma, pero siempre tenía regalos y casi llorando de la felicidad los abría porque pensaba que no me iban a llegar, pero siempre estaban ahí".
El juguete
Recibido que recuerda
Un hombre araña. "Era uno grande de esos que se estiran. Como a los tres meses me lo eché y siempre conservé la cabecita, de hecho todavía la tengo y lo recibí como entre los 7 y 8 años. También mi hermana me regaló un camioncito y ahí lo tengo todavía, todo viejito, pero ahí sigue dando lata, son los juguetes más memorables que tengo".
ROBERTO GONZÁLEZ
Empleado
El bolso mágico del gordito de barba blanca
La leyenda cuenta que Papá Noel o Santaclós vive en el Polo Norte junto a su esposa, la Señora Clos, quienes dirigen un taller de juguetes donde, con la ayuda de cientos de duendes, se fabrican todos los regalos que los niños buenos y obedientes recibirán en Navidad, los cuales les piden mediante una carta.
Se dice que Santa sale en la noche del 24 de diciembre a repartir dichos obsequios, viajando por los cielos en su trineo, aprovechando cuando los niños duermen para entrar por la chimenea o la ventana para dejar los regalos debajo del árbol de Navidad. Para poder transportar los regalos, Santaclós los guarda en un saco mágico y los reparte en un trineo mágico volador, liderados por Rodolfo, un reno que ilumina el camino con su nariz roja y brillante.
El nombre que hoy en día recibimos de Papá Noel, procede de Finlandia como San Nicolás y ha llegado hasta nosotros como "Papa Noël" que ha derivado en "Papá Noel".