De la vida misma
¿Cuántos los cumplen?
Muchos, muchísimos, pero desafortunadamente no todos con salud, energía, y optimismo.
"Nichito" es un caso especial.
Lo conocemos desde hace muchos años, un poco mayor que nosotros pero siempre alegre, optimista, lleno de vida.
El lunes pasado cumplió setenta y cinco años, o sea tres cuartos de un siglo.
Y lo viera. Tan lleno de energía, de entusiasmo, y trabajando en lo que le gusta, las ventas.
Y lo mejor de todo, no le duele nada, o si así ocurre, no lo sabe nadie porque no lo dice ni se le antoja hacerlo.
Siempre ha trabajado, le gusta levantarse temprano y dormir temprano.
Come de todo, pero le encantan los panes conocidos como "conchas", los que acompaña en pleno Mercado Juárez con un cuartito de leche.
Cuando jugábamos basquetbol en la Escuela del Centenario, nos iba a echar porras.
Cuando empezamos a escribir nos alentó y nos impulsó a superarnos.
Cuando nos veíamos en las famosas tardeadas, era el más alegre y el más respetuoso.
Varios de los amigos con los que creció y maduró no gozan de igual salud que él.
¿Dónde está el secreto? Le preguntamos.
Y nos dice sincero: Quien vive bien, sin excesos y disfrutando cada día sanamente, podrá tener más de lo que espera. Quien vive en paz con los demás, sabe respetarlos y entenderlos, podrá tener mejor salud.
¿Y qué come? Agregamos.
Y alegre nos dice: De todo, la cocina mexicana es rica en nutrientes y nunca me he privado de nada.
A estos seres las mismas enfermedades les guardan respeto y los ven de ladito.
Por ello nos gusta encontrarnos con gente como Dionisio Sánchez Herrera "Nichito" para ver qué se nos pega, y para poder disfrutar más este vivir cada vez más complejo y difícil.