Foto: EDITH FRAIRE
Después de 10 años de trabajar en su huerto, la familia Briseño Flores abrió las puertas de su hogar a Lai en el ejido Corona, de Matamoros, para mostrar la variedad de verduras que se producen en su corral.
Arduo trabajo
"El trabajo lo hacemos mi mujer y yo. Aveces nos ayuda un compadre, pero sólo para preparar la tierra, lo demás lo hago sólo" dijo don Luis Briseño Molina, quien vive sólo con su esposa de manera humilde y trabaja como velador de la escuela que se encuentra a la entrada de su comunidad.
El gusto por la tierra hizo que don Luis iniciara su huerto en un tramo de tierra de sólo 5x7 metros, el cual luego regaló a su esposa para que sembrara lo que le hiciera falta en la cocina; como tomate, chile, sandia, melón y cilantro, entre otros.
Al ver que se ahorraban un dinerito al sembrar su comida, misma que compartían con las familias de sus 6 hijos, sus vecinos y otros parientes, a don Luis le surgió la idea de preparar un pedazo más grande, pero de tierra salitrosa para sembrar.
"Fue un proceso difícil, tuve que traer varias veces cirre para revolverla con la tierra y hacer tierra buena para sembrar. Después de meses lo logré y comencé sembrar más" dijo, don Luis.