¿Que otro problema detectas en la telenovela actual? “No veo que las nuevas estrellas tengan un peso; no veo muchas estrellas. Creo que es cuestión de tiempo”. LUCÍA MÉNDEZ, ACTRIZ Y CANTANTE
Los criticamos, pero cómo nos gustan ‘los refritos’; el país pasa por una crisis de creatividad en guiones de historias originales.
MÉXICO, D.F.- Lucía Méndez y Verónica Castro son iconos de la telenovela en México. La primera impuso vanguardia en la temática de las historias que protagonizó, Verónica es la heroína clásica; ambas daban vida a mujeres que salían de la adversidad para encontrar el amor y la felicidad, ese es siempre el eje central de una telenovela.
Muchas de las historias que ellas protagonizaron y nutrieron la época dorada en los más de 50 años de historia de la telenovela, siguen dando la vuelta a la pantalla chica, sólo que modernizadas, convertidas en “refrito”. Este recurso, que empieza a desgastar el género, está más vivo que nunca. El televidente recuerda las temáticas, pero las sigue viendo como una forma de entretenimiento casero.
Y las que se presentan como novedades, no son tales, antes fueron éxito en otro país.
El rating lo dice, las últimas tres historias que han roto récord de teleaudiencia son: Destilando Amor, La Fea Más Bella y Fuego en la Sangre, transmitidas en horarios estelares, con finales dominicales, y las tres basadas en historias colombianas de éxito internacional: Café Con Aroma de Mujer, Betty la Fea y Pasión de Gavilanes.
Pero el “refrito” no es sólo una calamidad actual, la telenovela nació como una adaptación de la radionovela, género dominado por la creatividad cubana. Eso marcó la línea a seguir hasta hoy: las historias ya estaban, sólo hacía falta adaptadores, no escritores.
Y aunque en México hubo una gran generación de plumas que aportaron sus ideas a telenovelas originales: Fernanda Villeli, Marissa Garrido, Carlos Olmos, Eric Vonn, Yolanda Vargas Dulché, Cuauhtémoc Blanco, entre otros, la enorme capacidad de producción y la conversión de México en la capital de la telenovela hicieron que persistieran los melodramas adaptados, que antes tuvieron éxito en otras latitudes, práctica que se ha acentuado en los últimos años.
Pero, ¿por qué hay ausencia de historias originales?, ¿por qué se siguen haciendo versiones modernizadas de éxitos ya probados?, ¿por qué el mercado está acaparado por versiones de telenovelas sudamericanas?
La respuesta de productores y actores es simple: “Hay crisis de escritores”. Los expertos en la letra aseguran: “Las televisoras no se quieren arriesgar y por eso reciclan éxitos ya probados”.
Productores como Carla Estrada (Pasión) y Nicandro Díaz (Mañana es para siempre) argumentan que eso se debe a la globalización.
Mientras que otros, como las escritoras mexicanas María Zarattini, Martha Carrillo y el productor y director Raúl Araiza (quien trabajó con “El Señor Telenovela” Ernesto Alonso), no dudan en sostener que hay crisis de autores.
De hecho, Lucía Méndez dijo en entrevista: “No es para lastimar a nadie, pero hay crisis de escritores, y los más importante en un proyecto es el libro y, lógicamente, las estrellas de peso”.
Y comparte Raúl Araiza la idea: “Y la hay, porque en primera, a los (escritores) que hay no se les da la oportunidad y tampoco surge gente nueva. El momento en que nuestro país dejó de dominar el mercado de los melodramas (en cuanto a creación de historias), fue cuando empezó a importar tanta telenovela sudamericana, haciendo a un lado a autores mexicanos que desarrollaron tantas telenovelas”.
María Zarattini, de cuya pluma surgió Pasión, afirma: “No habemos muchos escritores. Nunca ha habido muchos en realidad. Considero que debería haber escuelas para formarlos… hay una falta de confianza de las empresas en los escritores. Como quieren irse a lo seguro, buscan éxitos en el extranjero”.
A su vez, el productor Nicandro Díaz insiste en que la situación actual es producto de la globalización.
“El que haya telenovelas extranjeras adaptadas a la idiosincrasia mexicana es parte de eso.
Televisa es la empresa más importante de habla hispana que produce telenovelas y eso mismo hace que recurra a otros lugares para tener nuevas historias.”
La Sociedad de Escritores de México (SOGEM) tiene un departamento de televisión encargado de entregar libretos a Televisa y TV Azteca que, de acuerdo con su titular Gloria López, no son tomados en cuenta, pues prefieren utilizar a sus escritores exclusivos como “simples adaptadores”, mientras que “los materiales enviados son desechados”.
Urgen historias originales y exitosas
Si son nuevas propuestas lo que falta para dejar de importar telenovelas, la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM) tomó cartas en el asunto y determinó crear un banco de guiones originales, para promover su venta a nivel nacional e internacional.
“Actualmente se está elaborando un banco de guiones originales, tanto de programas de televisión como de argumentos y guiones para cine, con el objeto de promover su venta a nivel nacional, como en el extranjero”, adelanta Lorena Salazar, presidenta de la SOGEM (Sociedad General de Escritores de México).
“Estamos seguros que muy pronto se verán en pantalla los resultados de los primeros talleres coordinados directamente por la sociedad”, agrega la escritora, autora de la telenovela El Abuelo y yo, en 1992.
Como toda evolución, el recurrir a otras historias, ahora ha integrado una nueva variante, ejemplo de ello es el convocar al público a que manden una historia a través de la campaña Tu Historia de Telenovela, que promueven las escritoras Martha Carrillo y Cristina García.
“Es una invitación a la gente para que nos cuente una historia de vida, no es tanto una necesidad de historias, esto nace a petición de la gente. La idea es nutrirnos de nuevas ideas. Estaríamos estancados si todo fuera lo mismo, como la historia clásica de la muchacha que se enamora del hombre rico; ahora hay diversidad”, explica Carrillo.