Al minuto 34, un tiro libre, magistralmente cobrado por el paraguayo Salvador Cabañas, incrementaría el marcador a 3-0. Finalmente las Águilas se impusieron 3-1 a la Máquina del Cruz Azul. (Jam Media)
México, DF.- En una historia que parece infinita, América amplió a 14 partidos de liga su dominio sobre Cruz Azul, al que venció 3-1 ayer en el Estadio Azul para completar una carga de nueve triunfos y apenas cinco empates, en duelo de la fecha 10 del Torneo Clausura 2009.
El paraguayo Pablo Zeballos, al minuto 80, rompió su racha de 15 juegos sin anotar al marcar el único tanto de La Máquina. Su compatriota Salvador Cabañas se apuntó un doblete, a los minutos seis y 34, éste un golazo de tiro libre al ángulo derecho, mientras que Ismael Rodríguez colaboró con el segundo tanto de Águilas, al 23.
Así, los celestes completaron con su cuarta actuación consecutiva sin triunfo para desilusionar a los miles de aficionados que asistieron al Estadio Azul con la esperanza de acabar con la racha de los de Coapa para quedarse con 11 puntos.
Jesús Ramírez, en su presentación con los "emplumados" en el "clásico joven", debutó con una victoria y no sólo les permitió seguir su camino sobre el equipo comandado por Benjamín Galindo, sino que salieron del sótano del Grupo Dos al totalizar 12 unidades.
Los "celestes" salieron dispuestos a tomar una ventaja rápida que les permitiera controlar el partido y acabar así con el yugo de su archirrival, pero fallaron dos llegadas en los minutos iniciales del encuentro y la primera que tuvo América fue determinante para marcar diferencia.
Ángel Reyna envió un servicio desde el costado izquierdo para el brasileño Robert de Pinho, quien ganó el cabezazo y obligó al arquero Yosgart Gutiérrez a manosear el esférico, pero con la mala fortuna de que el balón cayó al guaraní Salvador Cabañas, cuya contundencia se hizo presente al meter zurdazo pegado al poste izquierdo para el 1-0.
La Máquina no quiso doblar las manos, buscó el empate pero sin la fortaleza de llegar al frente, mientras los azulcremas volvieron a golpear con otra dosis de fortuna cuando un rebote dentro del área cayó al defensa Ismael Rodríguez por izquierda, quien no dudó en soltar zurdazo cruzado para vencer a Gutiérrez.
La fortaleza anímica de la ventaja hizo que al 34 un tiro libre de Salvador Cabañas incrementara el marcador a 3-0.
Poco antes de ello, Alejandro Vela pudo descontar en un remate dentro del área que pegó en la base del poste izquierdo, para que viniera después un contragolpe, donde Reyna pudo anotar su gol pero de forma increíble echó su remate por arriba para anticipar que el dominio americanista sobre los cementeros no acabaría.
La jugada de donde se derivó el tercer tanto fue muy protestada por los futbolistas locales, pues al silbatazo para el descanso se fueron con recriminaciones sobre el silbante Erim Ramírez.
Al minuto 71, Alejandro Vela se metió por la izquierda al área, Guillermo Ochoa le tapó bien el tiro pero el balón cayó a Pablo Zeballos, quien desperdició una opción que habría dado vida a su equipo al echar su remate a la derecha.
El arbitraje corrió a cargo de Erim Ramírez, quien tuvo des-empeño regular. Mostró tarjetas amarillas a Cristian Riveros y Joaquín Beltrán del Cruz Azul, y por América a Valenzuela y Ochoa.
La costumbre sabe bien. Por eso los jugadores americanistas no dudaron a la hora de ir a aplaudir a la afición que les apoyó en el Estadio Azul, pero sabedores que aún le deben muchas actuaciones dignas más, tal como las vislumbra Salvador Cabañas, con un equipo, "como este América, que así debe ser en adelante, siempre así".
Y es que aunque los tres puntos los ponen por encima de Cruz Azul en el grupo, lo más importante, piensan en Coapa, es despegar de verdad.
Faltaba un cuarto de hora para que Erim Ramírez marcara el final del nuevo suplicio, pero la afición azul no aguantó más.
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El técnico Jesús Ramírez es quien más lo desea. "Esperamos que de aquí en adelante podamos despegar. Que no nos sucedan cosas como contra San Luis y Atlante. Los muchachos lo saben, tienen gran calidad y ahora hay que mantener este paso".
Aunque eso sí, luego de lo visto, el deseo de Chucho es lógico: "Ojalá que así sean todos los juegos".
Aunque sabe que la etiqueta de clásico tuvo que ver. "La rivalidad es un extra, lo más importante era ganar, ahí está y creo que esto es el resultado de un buen trabajo".
Otro de los hombres importantes del América fue Guillermo Ochoa. Lances oportunos y manotazos como en el penalty que estuvo a punto de evitar la caída de su meta; pese a ello el arquero lo toma con calma: "Lo más importante es que el equipo ganó y se vio bien. Debemos intentar tomar regularidad y que los resultados nos acompañen".
Eso explica las lágrimas que rodaron por las mejillas cruzazulinas, mientras eran recorridas las interminables escaleras del estadio cementero.
Sólo los "valientes" americanistas que acudieron al inmueble con el anhelo de alargar una hegemonía que algunos ya hasta olvidaron cuándo inició y unos cuantos tercos seguidores celestes observaron la parte final de un nuevo triunfo azulcrema en el Clásico Joven.
La imagen es la misma, aunque no por eso pierde sabor. Salvador Cabañas se acercó a la cabecera sur del Azul y, luego de presumir el bíceps, regaló su camiseta, ante el delirio de muchos que pelearon por quedársela.
Qué importó permanecer en el inmueble varios minutos después de finalizar el partido. Ellos se marcharon a casa con la ilusión de que ayer comenzó el repunte del equipo dirigido por Jesús Ramírez. Los de enfrente perdieron la poca clase que les quedaba. Un incidente entre aficionados cementeros y la policía, provocó que un elemento de seguridad fuera trasladadoal hospital.