A tres meses de que concluya la Administración de José Ángel Pérez, el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) de Torreón enfrenta serios problemas financieros que podrían poner en riesgo su capacidad de operación en un futuro cercano.
Por una parte, los pasivos de la empresa descentralizada ascienden actualmente a 55 millones de pesos por concepto de adeudos a proveedores de bienes y servicios por mantenimiento a norias, cárcamos y líneas de conducción, equipamiento de megatanques, obras de agua potable y drenaje y por la compra de tubería, material eléctrico y piezas especiales para la reparación de fugas de agua.
Para solventar estos pasivos, la gerencia del sistema operador propuso al Consejo Directivo la adquisición de un crédito, el cual hasta ahora no ha sido aprobado, ni siquiera se ha establecido el monto del financiamiento. El tiempo se agota y los consejeros no se ponen de acuerdo.
Por otra parte, el Simas enfrenta problemas para cobrar a los usuarios del servicio doméstico, que representa el 70 por ciento del padrón total. De enero a la fecha, la empresa ha dejado de percibir 20 millones de pesos por la caída de los pagos por consumo de agua potable en viviendas, esto pese a que las políticas de cobro se han endurecido. Según informes de la gerencia del Simas, los usuarios no tienen dinero para ponerse al corriente y en algunas colonias hasta se han organizado para impedir el corte del servicio. La cartera vencida del sistema asciende actualmente a 80 millones de pesos.
Esta complicada situación financiera se presenta en un momento en el que la demanda de líquido en la ciudad ha crecido al grado de que cada vez es más difícil y más caro extraer agua de buena calidad para satisfacer las necesidades de las nuevas colonias que han extendido la mancha urbana de manera desproporcionada. El Simas requiere de recursos para ampliar su red, repararla, abrir nuevas norias y sustituir las que actualmente rebasan los niveles máximos permitidos de arsénico.
Si la actual Administración, en los pocos meses que le quedan, no logra sentar las bases para superar el escollo económico, el próximo Ayuntamiento entrará en funciones con un pesado lastre en uno de los servicios más importantes de la ciudad. Y como siempre, el más afectado sería el ciudadano.