En lo que va del año se han suscitado 367 decesos crudos, 98% más que en 2008.
Pedro Galindo
El Siglo de Durango
Durango
Es impresionante el número de muertes violentas que se registraron durante marzo y lo más preocupante es que la mayoría fueron perpetradas presuntamente por el crimen organizado; de acuerdo a las estadísticas elaboradas por El Siglo de Durango en los últimos 31 días se presentaron 84 decesos producidos por armas de fuego, 13 en volcaduras de vehículos, nueve en choques viales, nueve suicidios, ocho atropellados, ocho por asfixia, seis por golpes y diez por arma blanca, entre otros, siendo un total de 159 en este mes que acaba de terminar y sumando 367 en lo que va del 2009.
Incremento fatal
El Siglo de Durango, como cada día 2 de todos los meses del año, le presenta el número de decesos violentos suscitados en cada periodo y tras realizar una comparación con la cantidad de muertes del año pasado se obtuvieron resultados impresionantes.
Del 1 de enero al 31 de marzo del 2008 se habían suscitado 186 muertes violentas y en el mismo periodo del presente año se presentaron 367, siendo un incremento del 95 por ciento.
En lo que corresponde a los asesinatos producidos por armas de fuego a estas fechas el año pasado se habían registrado 61 y ahora llevamos el triple, es decir 183.
En cuanto al número de personas que se suicidaron hubo también un aumento importante, ya que hasta marzo del 2008 ocurrieron 18 inmolaciones y en el presente periodo ya van 27, mientras que en lo que corresponde a decesos en accidentes automovilísticos en este año se ha presentado una ligera disminución.
Métodos del crimen organizado
En los últimos meses los duranguenses se han dado cuenta de una innumerable cantidad de asesinatos con tinte de la delincuencia de la alta escuela y quizá ya perdieron la capacidad de asombro, pues no bastó con saber de las ejecuciones perpetradas de manera sanguinaria al vaciar sus potentes armas en la integridad de sus víctimas, encontrándose decenas y en ocasiones hasta cientos de casquillos percutidos en la escena del crimen.
Se han dado cuenta de las decapitaciones, acto que más que nada se traduce en un mensaje al enemigo, pues después haberlos asesinado les cortaron la cabeza y en otros los mataron con la decapitación.
En el mes que acaba de transcurrir además de las ejecuciones por arma de fuego se presentaron algunos por asfixia por estrangulamiento y otros por calcinación y golpes contusos en la cabeza.
Siete calcinados _en La Flor
E pasado 21 de marzo a 30 kilómetros de la capital duranguense por la carretera a La Flor, fueron localizados siete cadáveres calcinados. El hallazgo lo hicieron tres personas que andaban buscando leña y se percataron de que en tres distintos puntos había pedazos de neumáticos quemados, al fijarse encontraron restos humanos en medio de las cenizas.
Personal de la Procuraduría confirmó que los restos encontrados corresponden a personas adultas, pero el grado de incineración no permite determinar identidad, sexo, ni edad.
Fue al mediodía de ese sábado cuando ubicaron el punto exacto donde fueron encontrados los restos, a la altura del kilómetro 30, en un camino de terracería que está entre el parque Los Llanitos y el paraje Las Ventanas. Cuatro cadáveres estaban en el mismo punto, otros dos estaban a unos metros de distancia por la terracería y el triángulo lo completó otro cadáver, distribuidos en un perímetro de 100 metros.
De cinco en cinco; _El Oro y Gómez
El 10 de marzo fueron ejecutadas tres mujeres y dos hombres en una cantina ubicada en la ciudad de Gómez Palacio, entre los occisos se identificó a Carlos Luna Rodríguez y Patricia Espinoza Heredia, de 45 y 29 años, respectivamente, con domicilio el primero en Torreón, Coahuila, y la segunda en Gómez Palacio, Durango.
Además de Nancy Gabriela Rojas Contreras, de 30 años, vecina de la calle Martín Carrera, en Gómez Palacio; Julia Rodríguez Güereca, de 39, de la colonia Villa Jardín, en Ciudad Lerdo; y finalmente Carlos Alejandro Hernández Fernández, de 41, de Valle de Chapala, en Gómez Palacio.
Por su parte, el 24 de marzo cinco jóvenes, cuatro de ellos estudiantes, fueron privados de la vida en una de las calles del barrio El Llano, Santa María del Oro, cuando viajaban a bordo de una camioneta Ford, repentinamente fueron atacados desde otro vehículo, utilizando armas de fuego calibre 2.23.
Los occisos fueron Jesús Roberto Villa, de 22 años de edad, con domicilio en esa cabecera municipal, quien se desempeñaba como filarmónico de un grupo de ese lugar y conductor del vehículo; Jesús José Núñez Carrillo, de 19 años, también de ese municipio, y las jovencitas también estudiantes de la Escuela Normal, Alexina Arrieta Salazar y Yésica Karen López Silva, ambas de 19 años, originarias de Jiménez y Delicias, del vecino estado de Chihuahua, así como Dora Vianey Beltrán Avilés, de 18 años.
Ardió Pueblo _Nuevo
Otro de los lugares en los que se presentaron decesos violentos fue en Pueblo Nuevo a inicios de marzo ya que en un enfrentamiento entre diferentes grupos delictivos perdieron la vida 13 presuntos sicarios a consecuencia de balazos y granadazos.
Aunque en esa ocasión al acudir los agentes de la Procuraduría al día siguiente no encontraron a ningún muerto, puesto que sus familiares y compañeros los habían recogido, el Ejército confirmó el deceso de 13 personas.
Los habitantes de esa zona confirmaron el número de ejecutados a quienes levantaron de entre la maleza. Esta multiejecución es una de las más sangrientas que se ha suscitado en la entidad provocando que mucha gente de ese municipio esté abandonando la zona por temor a las balaceras.
Archivo/ El Siglo de Durango.