Sería casualidad o estrategia, el caso es que la larga semblanza del magnate Carlos Slim, las luces y sombras de su entorno, publicada por la revista "The New Yorker", coincide con el peor escenario para la empresa estelar del imperio: Teléfonos de México.
En las próximas semanas la Comisión Federal de Competencia, repuesto un procedimiento anulado por un amparo definitivo, resolverá si la firma es dominante en los campos en que actúa.
De ser así, de acuerdo a lo dispuesto en la Ley Federal de Telecomunicaciones, se le impondría una regulación asimétrica, es decir las reglas, las normas, las formas, no empatarían con el resto de la competencia.
Más aún, al cobijo de las reformas a la Ley Federal de Competencia Económica, podría obligarse a la compañía a vender una parte de sus activos.
Desde otro ángulo, abierta la posibilidad de que la Comisión Federal de Electricidad rente un segmento de su red de fibra óptica oscura, en las próximas semanas podría aparecer la más seria competencia en telefonía fija para Telmex, bajo la razón social de la Telefónica México, filial de la Telefónica de España
Adicionalmente, como no queriendo, los panistas se preparan a desempolvar en la próxima legislatura la llamada Ley Gil Díaz, es decir la posibilidad de que el capital extranjero participe abiertamente al 100 por ciento en telefonía fija.
Por lo pronto, la empresa dirigida por Héctor Slim podría perder un amparo frente a las disposiciones de la Comisión Federal de Telecomunicaciones en materia de compactación de áreas locales, cuyo objetivo es eliminar cobros de larga distancia, además de otro para frenar las tarifas de interconexión de su red nacional, de cara a la competencia.
Aunque la publicación del semanario de la llamada urbe de hierro recrea pasajes de la vida del empresario que se remiten hasta la época de la migración libanesa a México y la instalación de una gran tienda de semillas en La Merced por parte del padre de Slim, el punto fino apunta a una reunión en Los Pinos, en la que se le habría colocado de espaldas a la pared.
Durante dos horas y media el presidente Felipe Calderón y el entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, le fijarían a Slim las reglas del juego para autorizar su incursión en el triple play, en este caso integrar televisión de paga a su canasta.
Las condiciones hablaban de reducir al mínimo sus tarifas de interconexión, es decir abrir su infraestructura con costos simbólicos, y aceptar la eliminación de minutos completos en las llamadas, o si quiere, cobrar por segundos.
El empresario reaccionaría con ira, señalando, según la publicación, que el escenario significaría la destrucción de Teléfonos de México. "Si ustedes quieren de mí que venda, esta bien; si quieren que Telmex se divida en tres, esta bien, lo único que no haremos será destruir a la empresa".
La reunión se celebró en marzo pasado, es decir apenas unos días después de que el magnate, a contrapelo de los pronósticos color de rosa del gobierno, advirtiera que la crisis sería peor que la de 1929, conocida como la Gran Depresión, en cuyo marco se perderían miles de empleos y habría una gran mortandad de empresas.
El diagnóstico provocó una andanada oficial sin precedente para un empresario de la magnitud del tercer rico más rico del planeta, en la que el eje del golpeteo fue el ariete estelar del sector público, es decir el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón.
La gritería oscilaba entre calificativos de "agorero del infortunio" y "catastrofista", pasando por "vocero del desastre".
Ahora que la predicción se está cumpliendo letra por letra.
Lo cierto es que la inquina contra el magnate, cuya colosal fortuna se amansó a golpe de compra de empresas en ruinas para volverlas rentables, además, naturalmente, de operaciones bursátiles de rendimiento espectacular -apostarle a las acciones apestadas al largo plazo-, se inició cuando los panistas intuyeron que había perdido su neutralidad política.
Dicho con todas las letras, cuando se pensó que apoyaría la candidatura del entonces jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, a la Presidencia de la República, tras trabajar codo a codo con éste en la rehabilitación del Centro Histórico de la Ciudad de México
Ahora que la insistencia de Carlos Slim en no ceder en materia de tarifas de interconexión alude a su inversión de 15 mil millones de dólares para modernizar la red.
De hecho, los números constan en la presentación que se hizo ante el propio presidente Felipe Calderón, en el marco de la reunión a que alude "The New Yorker".
Ahora que Telmex cumplió en tiempo y forma con las condiciones que le impuso la Comisión Federal de Competencia para tener acceso a la convergencia, es decir facilitar la interconexión y la interoperabilidad de redes, además de aceptar la portabilidad numérica, es decir el derecho del usuario de cambiar de proveedor manteniendo su número.
La pregunta es simple: ¿Se prepara una gran zancadilla para Slim?
BALANCE GENERAL
Aunque la posibilidad surgió meses antes de que se recrudeciera la crisis económica del país, las reformas a los ordenamientos en materia de compras del gobierno promulgadas ayer por el presidente Felipe Calderón, representan la más trascendente de las medidas anticíclicas. Las beneficiadas serían las pequeñas y medianas empresas.
De entrada, se les otorga preferencia en la evaluación de sus propuestas en licitaciones públicas, con la novedad de que se diseñarán concursos exclusivos para ellas.
Más aún, el escenario abre la alternativa de ofrecerles anticipos cuando se trate de producir bienes cuya confección tarde más de 60 días.
Naturalmente, la exigencia habla de reducir el tiempo de pago. Finalmente, no se cobrarán las bases para las licitaciones. Una de cal
¡REDIEZ!
Ayer, finalmente, concluyó la adquisición del 100 por ciento de las acciones de la sociedad financiera de objeto múltiple Crédito Inmobiliario, por parte del grupo español Caja Mediterráneo.
La operación se pactó en dos mil 700 millones de pesos. La estrategia de la firma ibérica será ofrecer, de entrada, una bolsa suficiente para financiar 30 mil proyectos de construcción y vivienda, con apoyo de la Sociedad Hipotecaria Federal.
Y MÁS ¡REDIEZ!
En un paso más hacia su internacionalización, Banorte cotiza desde ayer en la Bolsa de Valores de Madrid, vía el índice "Latibex". La puerta, pues, para los inversionistas europeos.
La cotización se planteará en paquetes de 10 acciones, bajo el código de negociación Xner.
El índice ubica a 39 emisoras de seis países de América Latina.