"El sector industrial textil ha estado estancado, ha sido una etapa difícil", lamenta Eduardo Quiñones Gallegos.
El ex presidente de la Asociación de Industriales Textiles dice que las ventas no mejoraron ni siquiera con la entrada de clases, temporada que suele ser una de las mejores, por lo que ahora esperan un mejor cierre de año.
Asegura que el recorte de personal ha sido mínimo y recurrieron a paros técnicos, lo que permitió mantener la planta laboral.
El empresario establece que la falta de recursos en las familias generó postergar la adquisición de los unifomes escolares.
"Hay personas que apenas los están comprando. Le dieron prioridad a los útiles escolares, libros, inscripción y al último el uniforme si es que necesitaban renovarlo", dice.
Quiñones Gallegos informa que ante la situación financiera han ingeniado nuevas formas de comercializar y diversificar sus productos.
"Se puede decir que nos estamos convirtiendo en maquiladores y fabricantes. Por ejemplo, si alguien nada más se dedicaba a fabricar uniformes deportivos, ahora ya fabrica uniformes industriales y esto nos obliga a capacitar mejor a los trabajadores", concluye.