Diez mil pesos. Con el dinero que le dio la Presidencia Municipal cuando se reubicó, 'Toño' le puso candados a su local, además de piso tipo barro, compró mercancía, ganchos-exhibidores y hasta una sombrilla para taparse el sol.
Se quejan informales reubicados que sus ventas son más bajas.
En el primer fin de semana desde que se inició el proceso de reubicación de ambulantes al Paseo Comercial Cepeda-Valdez Carrillo, sólo abrieron sus locales 20 de los primeros 100 a quienes las autoridades municipales les entregaron 10 mil pesos como "apoyo para que enfrentaran el proceso de transición''.
Son pocos los vendedores que han estado trabajando en estos días, no obstante las quejas van en aumento y ahora es por que no tienen ventas. Y es que los vendedores que no están en las "pasadas'' de las avenidas "no vendemos ni 20 pesos''.
Beatriz Bernal, madre de tres hijos, viuda, quien es de las que tienen "solicitud" y 18 años de dedicarse al comercio ambulante, rompe en llanto porque dice que debe pagar 17 pesos por plaza diariamente, sin embargo, en el espacio donde está ahora en Cepeda entre Hidalgo y Presidente Carranza "hasta acá no llegan ni las moscas, todo porque no es 'pasada'''.
Ve con tristeza su mercancía apilada. Mezclada entre algunas golosinas y juguetes de plástico económicos. "El viernes saqué 30 pesos en todo el día, el sábado 50 y hoy, son las 2 de la tarde y ni siquiera he hecho la cruz''. Sus hijos menores la rodean, regresaron de comprar botellas con agua purificada para mitigar el intenso calor que se siente en el lugar, donde pese a las lonas instaladas en la parte alta del conjunto de módulos, el sol pega fuerte, por un lado o por otro, según la hora del día.
De los diez mil pesos que se les entregaron el jueves pasado, ya sólo el recuerdo quedó. Dice que utilizó una parte para comprar algo de mercancía, "pero sobre todo pagamos deudas porque, desde meses anteriores, por las obras que se estuvieron haciendo en la Hidalgo y el cierre de calles, las ventas se cayeron mucho".
Al igual que ella, otros ambulantes se quejaron porque de la noche a la mañana surgieron permisos nuevos. "hay cinco casos detectados. No nada más es el caso de Hesiquio Luna quien fue nuestro dirigente y se benefició con dos locales", expresaron unos.
"A muchos nada más les dieron sus diez mil pesos y cerraron los puestos, no han venido estos días", afirma Antonio Hernández quien ayer a temprana hora abrió su local, con nueva mercancía y estrenando reluciente piso nuevo que mandó instalar con el dinero que le dio la Presidencia Municipal. Las instalaciones de su puesto, ubicado en la pasada de la avenida Hidalgo, casi frente a las tiendas de ropa, lucen muy diferentes al que recibió el pasado primero de abril que sólo tenía cemento firme como base y sin rellenos. En su puesto y el de su esposa, ya compraron ganchos y retablos de madera blanca para colocar la ropa, los cintos, las diademas de flores y plumas que están de moda.
En el resto de los puestos ubicados hacia la avenida Presidente Carranza y el bulevar Revolución, se aprecian sólo decenas de cortinas bajadas y gran desolación porque la gente sigue pasando, por las avenidas, pero no entra al pasillo, no se desvía ni 20 metros para comprar un paquete de broches, un carrito de plástico o unos muéganos, tampoco un peine de plástico, de esos que sacan piojos, una máscara de luchador o una cuerda.
Además, el inclemente sol, aleja a los compradores, las lonas cumplen más bien una función ornamental, pues no cubren los locales y tampoco los andadores. No hay la sombra de un árbol, una sombrilla o una banca para sentarse. Como paseo comercial, no cumple su objetivo, pues las nieves, los nachos, churros, tacos, elotes, lonches, jugos y las aguas frescas fueron concentradas hasta el otro extremo del lugar.
"A muchos vendedores ambulantes nada más les dieron sus diez mil pesos el jueves y cerraron los puestos. No han venido estos días”. ANTONIO HERNÁNDEZ Vendedor ambulante del Centro Histórico
