Daños. La peor cadena de incendios registrada en la historia de Australia sigue arrasando al Sur del país. Este residente señala los daños registrados a sus automóviles en una granja de su propiedad.
Los incendios en la población australiana de Marysville, donde se han recuperado 15 cadáveres, aunque se teme que haya muerto un centenar de sus 519 habitantes, fueron posiblemente provocados, afirmó ayer la directora de la Policía de Victoria, Christine Nixon, en la emisora Channel Seven.
Estas son las conclusiones preliminares del equipo formado por 150 detectivos que trabajan en el área para identificar a las víctimas y determinar si fue provocado el fuego en Marysville, a unos 90 kilómetros al Nordeste de Melbourne, que perdió el 80 por ciento de sus edificios.
"Estamos trabajando intensamente en estas investigaciones. Hemos hablado con varios sospechosos. La investigación continúa. Hay que ir haciendo cuadrar todas las piezas de las pruebas y recoger información de los distintos grupos para añadirla a nuestras investigaciones", manifestó Nixon.
La Policía cree que el incendio de Churchill, en el Sureste de Victoria, fue también provocado.
Nixon confirmó que la oficina forense está preparada para recibir hasta 300 cadáveres y que se prevé que la cifra final de muertos supere con creces los 181 confirmados.
Además de los 181 muertos y más de 50 desaparecidos, el fuego ha destruido mil casas y arrasado tres mil kilómetros cuadrados de terreno, principalmente bosques.
Al menos siete mil personas desplazadas han acudido a la Cruz Roja, pero se desconoce el número exacto de cuántos se refugian con familiares o amigos o viven en sus vehículos.
Los incendios en el Sureño estado de Victoria comenzaron el 7 de febrero cuando la región meridional de Australia llevaba dos semanas padeciendo una ola de calor sin precedentes que había elevado la temperatura de los termómetros por encima de los 46 grados centígrados.
Residentes regresan a sus casas destruidas
Residentes de los poblados calcinados por los peores incendios forestales en la historia de Australia regresaron a sus casas por primera vez ayer y encontraron escenas de devastación absoluta.
El jefe de Gobierno del estado de Victoria, John Brumby, expresó preocupación sobre el impacto emocional para los sobrevivientes ante la vista de la destrucción, en especial para quienes no han visto imágenes de televisión sobre la escala del desastre.
Las autoridades sellaron algunos poblados debido a que la lúgubre tarea de recolección de cadáveres de los edificios caídos estaba ocurriendo lentamente y porque quieren evitar que los residentes alteren potenciales escenas de crímenes.
