Lo disfruta. Love is the Answer es el nuevo material discográfico de Barbra Streisand, en donde deja claro su calidad interpretativa. ARCHIVO
Nueva york, eu. Bárbara Streisand nunca tuvo problemas para actuar frente a públicos pequeños con la fama fue cambiando los pequeños clubes por los grandes escenarios. Y después de un tiempo llegó al punto de no poder cantar ante poca gente, ni siquiera en una reunión de amigos o familiares.
"``No puedo pararme y cantar cuando veo rostros, simplemente no sé cómo reaccionar. Necesito oscuridad para entrar en mi propio mundo'', dijo la cantante de 67 años en una entrevista reciente. ``Es perturbador ver gente, porque si no están completamente cautivados sufro, me entristezco y pienso, 'Ay Dios, ¨¿qué estoy haciendo mal?'''.
Streisand no tuvo que preocuparse de ese tipo de reacción durante una actuación de una semana en el afamado Village Vanguard, un pequeño, pero histórico club de jazz en el Greenwich Village de Manhattan donde han actuado grandes como Miles Davis y donde ella intentó infructuosamente cantar hace casi cuatro décadas.
Cautivó a un público que representó una fracción de su audiencia regular: unos 90 admiradores, incluyendo VIPs como el ex presidente Bill Clinton.
Pero Streisand admitió que estuvo algo nerviosa los días previos al evento. Entonces, ¿por qué hacerlo?
"``Es una aventura y también es algo nostálgico, ¿no crees? Es un regreso a mis comienzos'', dijo Streisand.
Lo mismo puede decirse de su nuevo CD, Love is the Answer, su primero en cuatro años, que salió al mercado el martes. En éste Streisand interpreta clásicos como ``In the Wee Small Hours of the Morning y ``Smoke Gets In Your Eyes. Pero aunque el material era conocido para Streisand, el proceso de grabación no lo fue.
Por primera vez la artista trabajó con la jazzista Diana Krall como productora, y lo hizo al estilo de Krall. Primero cantó con el cuarteto de músicos de Krall y después agregó la orquestación, en lugar de su usual práctica de cantar con una orquesta desde el principio (la edición de lujo del CD incluye versiones con el cuarteto y la orquesta). Se trata de la primera producción de estudio de Streisand desde el 2005, cuando grabó One Voice con Barry Gibb, y la cantante temía que no iba a dar la talla: la construcción de una casa la había dejado ronca tras haber tenido que alzar la voz dando instrucciones ante el ruido de las máquinas.