Ayuda. Actualmente el comedor atiende hasta 30 personas, algunos son canalizados por el Municipio y otros son detectados por la familia.
Marcial Aguilar conoció su mundo. Ahora dedica su vida entera a atender a las personas desamparadas e indigentes que vagan por las calles de Ciudad Lerdo.
Cuenta que durante 20 años tuvo un buen empleo en el Gobierno, pero un día lo vio perder todo. La depresión lo orilló a vagar por más de seis meses.
Pese a contar con casa y familia, aquel hombre se hundió en la peor de las depresiones hasta que una mano, totalmente ajena, le dio su apoyo y lo sacó adelante.
En agradecimiento a la vida y a Dios, con apoyo de Lucia Barbalena, su esposo y su hijo pusieron en marcha un comedor para indigentes.
Ubicado sobre la calle Allende y marcado con el número 321 poniente en la colonia Centro, es donde se localiza el comedor "Dios es Clemente y Misericordioso". Aunque en sus inicios atendía a una o dos personas, que eran localizadas por la familia Aguilar, en la actualidad se atienden hasta 30 personas, la mayoría de la tercera edad y con trastornos mentales.
EL APOYO Desayuno, comida y cena, así como ropa y atención personal y médica, es el apoyo que se brinda en este comedor, que en ocasiones se convierte en albergue para los desamparados e indigentes.
"Aquí se les dan sus tres comidas, además se les lava su ropa y se les da la oportunidad de asearse", explica Marcial, responsable y presidente de la recién formada asociación.
De acuerdo con Aguilar, dada la crisis que enfrentó la familia en los primeros días del año y la falta de apoyo de la comunidad, "nos vimos en la necesidad de conformarnos como asociación civil para obtener un poco de recursos", dice.
Y es que, aunque el Municipio da su apoyo con despensas y gasolinas, no es suficiente para atender diariamente, a más de 30 personas. Por lo que solicitan el apoyo de la ciudadanía para continuar con su labor.
Aunque desgastante, esta actividad "la hacemos con mucho amor", dice Marcial, quien asegura que seguirá con esta tarea hasta "que muera".
Este comedor-albergue, trabaja todo el año "porque qué pasará si cerramos, quién atenderá a todas estas personas que, más que preocuparnos por ellas hay que ocuparnos", dice Aguilar, cuyo sueño es contar con un sitio más grande para atender a más personas.
Además de atender el comedor, visitan comunidades rurales para llevarles ropa, comida y atención médica.
Para apoyar a la familia Aguilar en su labor llamar al Tel. 87-11-66-70-88 o acudir al comedor.