Sudando la Camiseta
Ayer disputó Santos Laguna su partido de ida de los octavos de final de la "Concachampions", ante el Impact de Montreal y sembró dudas por doquier. En lo que parece ser un equipo de espejismos., algo que parece pero que no es.
En el primer triunfo del equipo lagunero ante las Chivas, si bien no sé jugó un buen futbol por fin se ganó y ante un rival de jerarquía. Pero tres días despúes en Zapopan, los Tecos volvieron a sumir a los laguneros en el mar de dudas de jornadas anteriores.
Vendría después el juego ante Rayados de Monterrey y por fin parecía que estos Guerreros daban muestra de su casta. Golazo de Fernando Arce, una media cancha luchando todo el partido, portería imbatida y ante uno de los rivales más odiados.
"Guerreros muestran gran mejoría" titulaba la portada de esta sección el lunes pasado. Y parecía recuperar la esperanza de calificar a la Liguilla y, por que no, de pelear otro campeonato, ayer pareció que ese Santos otrora campeón, se encontrara a años luz de distancia.
Los laguneros dieron una pobre exhibición ayer en Montreal, tal vez de las peores de su historia reciente. Salieron a jugar al pasto artificial del Estadio Olímpico como si el partido en cuestión fuera cualquier amistoso y sin ningún hambre de triunfo, contra un cuadro canadiense que ante la falta de recursos técnicos, le puso mucho más garra y corazón mostrando que jugaban el partido más importante de sus vidas.
Los errores lo costaron caro a los Guerreros, que desde los primeros minutos ya se encontraban abajo en el marcador y que conforme fueron pasando los minutos y siguiendo en desventaja cayeron en la desesperación y entregaban fácil el balón.
Queriendo buscar el empate Daniel Guzmán empezó a amontonar gente en medio campo y en la delantera, y tras un error defensivo cayó el segundo gol del Impact que puso núneros definitivos al marcador y mandó a los Guerreros a casa, reflexionando sobre lo que les había pasado en Canadá.
Los albiverdes deberán ahora ganar por lo menos por dos goles en el partido de vuelta, para así acceder a la siguiente ronda del torneo que da acceso al Mundial de Clubes de este año.
El próximo compromiso de Santos es ante Rayos de Necaxa, equipo inmiscuido en el drama del descenso, y cuyo entrenador, Raúl Arias, corre el riesgo de ser cesado al no tener ninguna victoria en lo que va del torneo.
Esta será otra buena oportunidad para que el equipo muestre uno más de sus espejismos, muy probablemente se consiga una victoria pero podrá Santos ser ese equipo de lucha y de entrega, durante lo que resta del torneo y no caer nuevamente en la apatía que mostró ante Impact de Montreal y ante Tecos.
Cpacheco@elsiglodetorreon.
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