Una de las principales carencias de San Pedro es el agua potable, problema que en lugar de solucionarse crece cada año por la falta de compromiso de los presidentes municipales y las personas que han estado al frente del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas), asegura el ciudadano Mario Ávila Rodríguez.
De 74 años de edad, Mario dice que ya no reside en esta ciudad, pues se fue a vivir desde hace años a San Nicolás de los Garza, Nuevo León, pero seguido viene a visitar a sus familiares y amigos, "y a recorrer la ciudad, sólo para darme cuenta de que no mejora nada, sino todo lo contrario.
"Aquí ya le llamo San Pedro de las Bombas, Coahuila, porque el que no tiene bomba en su casa, no tiene agua, pero también hay familias que no tienen para comprarse la bomba y batalla para tener agua", añade.
En San Pedro, asegura, mucha gente ya se acostumbró a bañarse con bote, pues el agua no sube a la regadera, "pero la cosa está peor en los pueblos del medio rural, donde afuera de las casas hay pozos para llegar a la tubería de la red de agua y poder tener".
Considera que si hubiera suficiente agua, se atraerían más fuentes de empleo, ya que este servicio es uno de los renglones en que se fijan los empresarios para instalarse. "Lo malo es que en Simas no han colocado a personas que demuestren capacidad y amor por su tierra, para buscar fuentes de agua, que sí las hay, pero hay que trabajar en eso y conocer.
"La gente no paga el agua porque el servicio es muy deficiente y así no hay estímulo para cumplir con el pago de ese servicio y eso se convierte en un círculo vicioso: No hay pago, no hay agua. No hay agua, no hay pago", dice Ávila Rodríguez tras reiterar el llamado a las autoridades municipales para que demuestren su cariño por la tierra que los vio nacer.
