Este domingo primero de marzo, teniendo como escenario las principales calles, calzadas, avenidas y bulevares de las tres ciudades hermanas Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, se celebrará el XXI Maratón Internacional Lala, cuyos atletas, tanto los de clase elite como los recreativos (que son mayoría), merecen todo nuestro reconocimiento.
Porque recorrer 42.195 kilómetros no es nada fácil, se requiere de una preparación muy equilibrada en recorrido de distancias programadas, así como en la alimentación e hidratación.
Este evento, uno de los más prestigiados en el país por muchos aspectos, entre ellos la bolsa que se reparte entre los ganadores, y porque ha sido designado por la Federación Mexicana de Atletismo en infinidad de ocasiones, Maratón Selectivo para Juegos Panamericanos, Campeonatos Mundiales y Juegos Olímpicos, se ha convertido en una fiesta popular para las tres ciudades hermanas.
Los grupos, de animación y musicales, instalados a cierta distancia del recorrido, le dan el ambiente de fiesta, además de que eso influye en el ánimo del corredor de esta extenuante prueba.
Para este domingo, seguro que más de cuatro mil atletas estarán tomando la salida en el lugar de costumbre en el Parque Industrial Lagunero de Gómez Palacio, para enfilar rumbo a Ciudad Lerdo y retornar a Torreón, en donde se cubre el mayor recorrido en distancia del Maratón.
Alguien comentó que para ese día, domingo primero de marzo del 2009, los corredores que tendrán su primera competencia en el Maratón Internacional Lala, se les identifique con un distintivo, moño o listón color verde, que significa el color de la esperanza, y que a su paso les sea reconocido su esfuerzo.
La idea no está nada descabellada, porque ese símbolo permitiría que la gente de la Comarca Lagunera de alguna manera esté apoyando a los nuestros, porque el esfuerzo que se hace en recorrer 42.195 kilómetros, merece ese aliciente para alcanzar la meta y que le sirva de estímulo para prepararse para la próxima edición.
Y ya que andamos en esto de las carreras atléticas, varios atletas, en su mayoría del Club Corredores del Bosque Venustiano Carranza, nos comentaron su descontento contra los organizadores de la Carrera 10-K Borregos del ITESM-CL, por la pésima organización, en donde hubo pocos puestos de abastecimientos en el trayecto, además de que faltó la tradicional medalla que se otorga a quien cubre la distancia y que todos los corredores recreativos reclaman, porque para ellos es el certificado de que en el año estuvieron en ciertas o cuáles competencias. Dijeron que muchos ni siquiera se fijan en la premiación que se otorga, ya que el correr domingo a domingo es una recreación y no un negocio, porque además no viven de ello.