¿SERGIO BUENO MERECE OTRA OPORTUNIDAD?
Lo realizado en el poco tiempo que estuvo al frente del equipo Santos Laguna, definitivamente que no es ninguna buena carta de presentación de Sergio Bueno para seguir al frente del conjunto albiverde en el Torneo Apertura 2009.
Es cierto, cuando el entrenador llegó al conjunto de la Comarca encontró un once prácticamente definido, aunque, claro, tuvo que realizar algunas modificaciones para que las cosas funcionaran. Y si somos honestos debemos reconocer, aunque no le alcanzó para cumplir el objetivo del Torneo Clausura 2009, la liguilla, sí logró algunos cambios. Al menos la actitud conformista de los Guerreros ya no se percibió en los últimos juegos.
De quedarse como DT del Santos Laguna, lo que al parecer ya fue confirmado por el presidente de la organización, tendrá que realizar algunas modificaciones en el plantel. Sobre todo definir los que se tienen que quedar, que se queden, y los que se tienen que ir, que se vayan.
Urge cambiar la actitud del plantel. Que el espíritu guerrero vuelva a prevalecer en el ánimo de jugadores y afición. Que se vuelva a sentir esa comunión de uno y otro en las tribunas y en el campo de juego.
Por lo pronto, por los comentarios que surgieron, para el Apertura 2009 ya no estarán en las filas albiverdes el "Hachita" Ludueña y "Chucho" Benítez, para mi gusto, dos de los jugadores más rentables del grupo.
Entonces, forzosamente Sergio Bueno, de quedarse como DT del Santos Laguna, tiene que presentar nombres para sustituir a esos dos elementos.
Les recuerdo que el compromiso y responsabilidad para quien se haga cargo de la dirección técnica de la escuadra albiverde será doble, por la sencilla razón que para fines del año en curso (mes de octubre, aproximadamente) el equipo se tendrá que mudar de casa, una de las más modernas del Norte y Centro-américa. Y al Territorio Santos Modelo (TSM) tendrá que llegar un equipo triunfador, digno del escenario, nada de un once mediocre, de esos que están de la media tabla hacia abajo.
Además tiene que ser un grupo que se distinga por el espíritu guerrero, que comulguen afición y jugadores en las tribunas y en la cancha de juego.
