Con una disculpa para el buen amigo Gustavo Mendoza, por el plagio de su frase.
Pero es conveniente dejar en claro, cual es el punto de vista de los encargados de llevar la crónica escrita y radial de los juegos de beisbol de la Liga Mexicana en el Estadio de la Revolución, así como el criterio del anotador oficial.
Asimismo, hacemos esta observación, para que los aficionados que el día que se registró la jugada, en el segundo juego de la serie anterior contra Saraperos de Saltillo, fueron testigos presenciales de la misma en el Parque Revolución y además, porque así no lo comentaron, nos hicieron el favor de leer nuestra crónica en este diario.
Desde luego que no buscamos crear polémica, porque cronistas y anotador oficial, cada quien realiza su trabajo con mucho profesionalismo. El anotador, porque la misma Liga Mexicana le exige mucha responsabilidad en la apreciación de lo que anota, porque está dejando plasmado el desempeño de los peloteros de uno y otro equipo.
Mientras que los cronistas radiofónicos, así como los que escriben la reseña, tienen la obligación de llevarles a los aficionados radioescuchas y lectores de los medios escritos, todo lo acontecido en el terreno de juego, con veracidad.
Por lo regular, cuando se trata de una jugada de juicio, más no de regla, ninguno de los medios coincide en la apreciación.
Desde luego que lo indicado en la pizarra del Estadio, es lo oficial, es lo que toma en cuenta la Liga para la elaboración de los números de todos y cada uno de los jugadores. Y eso para el pelotero es la misma Biblia, porque de ahí depende su contratación de la próxima temporada y la remuneración económica que pueda lograr en la firma de su nuevo contrato.
Sin embargo el trabajo del anotador oficial, lo vemos con mucho respeto por la enorme responsabilidad que tiene. Pero a la jugada que nos referimos, y de la cual algunos aficionados no estuvieron de acuerdo con el anotador, y por consecuencia nos cuestionaron porque nosotros la señalamos como error, fue la siguiente: Casa llena, el bateador corredor saca rola por la tercera base, el antesalista toma la pelota e intenta forzar en la goma al corredor, pero la pelota le pega en la espalda y timbra con la carrera, en nuestra apreciación, existe error en la jugada. Y el bateador-corredor llega quieto a la inicial en bola ocupada.
Hasta ahí todo está bien, pero aquí viene la pregunta de los aficionados, el por qué no se marcó error en la pizarra.
Y consultándolo con el anotador oficial, el ingeniero Alejandro Soto, señaló, "Porque la carrera se anota en bola ocupada".
Esto es lo bonito del beisbol, que se presta para que todo mundo se involucre. Y mejor aquí lo dejamos para no entrar en más polémica.